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Bolivia: Seis pueblos indígenas serán afectados por megarepresas

First published on 09/04/2018, and last updated on 09/27/2018

Fuente: Servindi, por: Donofré Chuco Castro

Servindi, 4 de septiembre, 2018.- Ruth Alipaz Cuqui, defensora de los derechos indígenas de la Amazonía de Bolivia, en entrevista exclusiva para Servindi, detalla sobre los daños que ocasionarán los megaproyectos hidroenergéticos proyectados por el gobierno de Evo Morales en territorios indígenas.

— Quisiéramos hablar un poco referente a estos megaproyectos que están poniendo en amenaza a los pueblos indígenas y también al medio ambiente por los ya conocidos megaproyectos hidroeléctricos del Chepete y el Bala. Díganos, ¿cómo se encuentran los pueblos indígenas que viven en las zonas proyectadas a estos megaproyectos hidroeléctricos o de represamiento del Chepete y Bala?

En Bolivia, los pueblos indígenas consideramos que estamos viviendo la peor etapa en   términos de violación de derechos porque se está dando o se está queriendo imponer en algunos casos proyectos como las represas y las megarepresas Chepete Bala que afectarían tres ríos; que serían el río Beni, el Quiquibey y el Tuiche.

Esos ríos son parte de dos áreas naturales protegidas como el Parque Nacional Madidi, recientemente declarado el más megadiverso del mundo, y no estamos hablando solo de territorios indígenas o de “lo que es de los indígenas”; sino del mundo, eso habla de ti aquí en Perú, en Europa, en EE.UU, es decir para todos.

En otra área está el Pilón Lajas que será afectado también debido a que seis territorios indígenas que habitan las riberas de estos tres ríos van a ser inundados, literalmente desaparecerán una vez que las represas Chepete y Bala se construyan.

— ¿Cuáles son estos pueblos indígenas que estarían en riesgo de ser afectados por estos proyectos?

Los pueblos con mayor riesgo de ser afectados son las diecisiete comunidades que estamos aglutinadas en la mancomunidad de comunidades de los ríos Beni y Quiquibey. Esta es la organización de la cual soy miembro y con la cual estamos enfrentando esta lucha, pues las naciones Mosetén, Chimane, Ese Eja, Leco, Tacana y Uchupiamona son nuestro territorio. Entonces, estas seis naciones que están reconocidas en la Constitución junto con sus idiomas están amenazadas de desaparecer, en ese momento los dos idiomas bolivianos oficiales como el mosetén y el chimane también estarían amenazados de desaparecer.

Si estas comunidades van a ser inundadas, las familias serán desplazadas, niños y ancianos se verán afectados, la comunidad entera se va a desintegrar, y no sabemos dónde, a qué incierto lugar, van a ir a vivir; porque el gobierno ni siquiera habla de este problema, esa es nuestra mayor incertidumbre, un gran temor, una zozobra constante sobre lo que va a pasar en el futuro.

Entonces, estamos hablando de dos áreas protegidas, tres ríos y seis territorios indígenas. Las diecisiete comunidades que conforman esta población indígena van a desaparecer, más de cinco mil indígenas seríamos desplazados, sin contar la población civil de las poblaciones periurbanas que están río abajo, en total seríamos unas 180 mil personas afectadas.

— Mire entonces. ¿Con respecto al desplazamiento de estas personas, ya vienen negociando con el gobierno? Y, ¿cómo responde la población?, porque se habla en este sector de un embalsamiento de más o menos una extensión de Madrid, ¿verdad?

Exactamente. El gobierno empieza acciones jurídicas que es en realidad la declaración de la Ley, donde ponen a esos megaproyectos como prioridad nacional, luego contrata a la empresa Geo Data para hacer los estudios que en realidad es la acción administrativa, pero la ley dice que antes de estas acciones deberían consultarnos, para eso está la Consulta Previa Libre e Informada de buena fe para nuestro consentimiento, cosa que no ha ocurrido.

El gobierno procedió con estas acciones, y nosotros nos enteramos un día cualquiera en el que nos despertamos en nuestros territorios y empezamos a ver botes que subían y bajaban, cosas instalándose en las orillas, en las montañas, aparatos extraños y nos empezamos a preguntar ¿qué es lo que está pasando, quién es esta gente, por qué están acá?

Ahí empezamos a consultar al gobierno, a las autoridades que en este caso es la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) pero ellos no responden. Hemos tratado de encontrar respuestas a través de la universidad, por ejemplo, y tampoco responden. Lo único que hace el gobierno es deslegitimar, desacreditar y decir que nosotros no somos personas o una organización legítima, como para hacer de interlocutores en este tipo de proyectos.

Por esta razón, en noviembre de 2016, hicimos una vigilia, precisamente porque no tuvimos ninguna consulta con respecto a la obra y prácticamente avasallaron nuestro territorio. La vigilia duró doce días, y se realizó en el estrecho del Bala, para expulsar a la empresa Geo Data que estaba haciendo los estudios… Lo logramos.

Bueno, esa es la posición de las comunidades y nuestra muestra de rechazo.

Después de nuestro primer logro, durante el año 2017 el gobierno se ha encargado, y ha empezado un ataque feroz con prebendas, con cooptación; con engaños de ofrecer proyectos de desarrollo, como educación, como salud;  chantajeándonos, como diciéndonos “si tú no aceptas no te vamos a dar estos proyectos”, lo cual es una violación de derechos también, porque el Estado tiene la obligación de dar todos esos servicios y una buena atención a nuestras comunidades indígenas, en general a todo el pueblo boliviano y nosotros tenemos derecho a tener acceso a todo ello.

Entonces, que lo utilicen en tu contra es una violación de derechos, hay una violación sistemática de los derechos de los pueblos indígenas a nuestros territorios y esas son las razones por las que estamos allí, con la mancomunidad, con nuestras comunidades buscando también el apoyo y la sensibilidad de la gente urbana.

— Tocaste un punto importante, con respecto a la consulta previa, seguramente para otros proyectos si se están dando en Bolivia, sin embargo, no pueden omitir este caso, ya que están involucrados más de seis pueblos originarios. ¿Qué dicen al respecto? Porque supongo que la mancomunidad hizo las demandas correspondientes ante las instancias internacionales.

En este aspecto el gobierno tiene una posición muy intransigente. Todos sus ministros y el propio presidente vienen diciendo, repitiendo una y otra vez, que estos megaproyectos se harán queramos o no.

Que en el caso de construcciones hidroeléctricas no corresponde una consulta previa, que solo corresponde para proyectos de hidrocarburos. Pero nuestra Constitución Política, en el bloque de derechos humanos, así como en los convenios internacionales que Bolivia ha ratificado, ha convertido y los ha elevado a rango de Ley dice claramente: Que todo proyecto susceptible de afectar la vida y los territorios de los pueblos indígenas debe tener una consulta previa, para dar nuestro consentimiento.

Es totalmente autoritaria, totalmente intransigente, una falta de respeto. Yo creo que el tema va por el hecho de querer desconocer la existencia de nuestros pueblos, pero no pueden simplemente negar nuestra existencia y pasar por encima, porque al momento que desconoces la existencia de un individuo pasas por encima de todos sus derechos y eso es lo que está haciendo el gobierno. Un gobierno que además tiene un “discurso de defensor” cuyo presidente se auto etiqueta como indígena.

Nosotros tenemos una constitución que defiende a la Madre Tierra y a los derechos de los pueblos indígenas. Por eso decía al principio, que nosotros, los pueblos indígenas, creemos que estamos viviendo la peor etapa en nuestra historia porque, aún los gobiernos que ellos califican como capitalistas y de derecha, son los mismos que han declarado a las áreas protegidas y han reconocido los derechos de los pueblos indígenas titulando incluso sus territorios, este gobierno no ha titulado ni un solo territorio indígena, por el contrario, los está avasallando, ¡está violando derechos! Estamos realmente en una situación casi desesperada que nos impulsa a levantar nuestras voces y contar nuestra historia.

— En el Beni ya tienen proyectado dos megarepresas, pero además se habla también del proyecto Rositas en Río Grande de Santa Cruz, ¿eso también paralelamente están avanzando y a cuánta población va a afectar?

Sí, en nuestro caso, el proyecto afecta nuestro territorio comprendido al norte del departamento de La Paz y al oeste del departamento del Beni. y que nos divide el río Beni. En este caso, el río Beni sería represado con dos megaproyectos que es el Chepete y el Bala un poco más abajo, pero este río Beni tiene dos afluentes, el río Quiquibey, desde el Pilón Lajas y el río Tuichi desde el Madidi, entonces son 3 ríos directamente intervenidos.

Con las represas del Chepete y el Bala habría una extensión de más de 700 mil hectáreas inundadas, para contextualizar la extensión del daño, estamos hablando que sería el segundo Lago más grande en Bolivia después del Titicaca y el Titicaca abarca desde Bolivia hasta Perú, entonces sería el segundo lago artificial más grande de Bolivia, también para los que conocen La Paz, sería cinco veces el tamaño de La Paz o el tamaño de Madrid como tú ya dijiste.

Eso es uno de la cuenca del Amazonas. El otro está más al norte, en Pando por Cachuela Esperanza, eso es otra represa, ubicada en Cochabamba. Otro proyecto que en este momento ya está en construcción es el Ivirizu Y finalmente está el de Santa Cruz.

Este último, es un complejo de hidroeléctricas que contemplan la construcción de 8 represas en el Río Grande de Santa Cruz, este proyecto en su conjunto se llama Rositas. Entonces, los daños ambientales, sociales y económicos que generan estos proyectos, implican un endeudamiento inimaginable para el pueblo boliviano, y que además no son factibles.

Para darte un ejemplo, no tenemos un comprador seguro para estas energías, es decir no hemos hablado con nadie, no hay un mercado seguro que tenga a quién venderle. Entonces suponiendo que le vendamos a Brasil; los primeros estudios, que ni siquiera nos han dado, sino que los hemos tenido que conseguir por allí filtrados, dicen que la energía en Brasil cuesta 49 dólares y esta energía que nosotros generaríamos con el Chepete y Bala por ejemplo estaría por los 79 dólares, entonces ¿dónde está la justificación económica para hacer estos proyectos, que son energía para exportar?

El plan de ser el centro energético de Bolivia no es rentable a priori. Entonces, ¿cuál es la finalidad acá de querer imponer estos proyectos con violación de derechos que se están dando en nuestro país?

— Ahora, hemos hablado de seis pueblos conocidos de esta región que va a afectar ¿hay pueblos indígenas no contactados en esta zona?

Eso es una gran preocupación que nosotros estamos viviendo, lógicamente si son no contactados no hay evidencia, no hay información registrada, es decir no tienes pruebas de que exista este pueblo, no tienes fotos de personas o viviendas; pero nosotros, los pueblos indígenas que habitamos allí ancestralmente (por ejemplo los chimanes los mosetenes), sabemos que en el Pilón Lajas hay población no contactada y hay evidencia porque nuestros propios hermanos indígenas han servido de guías para la empresa Geo Data para hacer los estudios, penetrando la selva,  durante la etapa de estudios han encontrado huellas y señales de que sí hay gente no contactada pero están escondiendo esta información. Nosotros la sabemos y entonces es algo que ya estamos empezando a denunciar, que se está poniendo en riesgo pueblos no contactados que viven en aislamiento por decisión propia.

Son demasiadas cosas las que van a destruir estos proyectos, simplemente estamos tratando de recurrir a todos los mecanismos internacionales ya que, a nivel de país, el gobierno boliviano no nos quiere escuchar, no quiere reflexionar.

— Con respecto a la marcha de estos proyectos, se tenía pronosticado que en este año iniciaban las actividades propiamente de construcción de estos embalsamientos ¿ya están en marcha o todavía están en estudios?

Ese es otro tema que también hay Donofré, es como decir que ‘aquí hay gato encerrado’ siendo otra forma de violación de derechos, porque, claramente no existe una base sólida que justifique que estos proyectos sean realmente una necesidad.

En este tema por ejemplo, Geo Data ha sido la empresa que ha hecho el estudio de identificación en el caso de Chepete y Bala,  está haciendo también el estudio del diseño final, el estudio de impacto ambiental, tiene el contrato para la elaboración de los términos de referencia para la licitación internacional; es decir, si una empresa está haciendo el estudio a diseño final y también hace el estudio de impacto ambiental, ¿dónde está la independencia, el criterio independiente que es necesario en este tipo de proyectos para no repetir experiencias como la de Colombia con Hidroituango o en Laos, con esas represas que han colapsado y han causado tanto destrozo y tanto dolor a los pueblos indígenas de estos países?.

Por eso necesitamos criterios independientes, que garanticen a los pueblos indígenas de que se están haciendo estudios que realmente van a prever estos daños y no lo están haciendo. Y en el caso de Rositas en Santa Cruz, ya está la empresa con contrato, ya iniciaron las obras, los hermanos de rositas, guaraníes de Rositas le han planteado una demanda de acción popular la cual fue improcedente. Ya tienen los contratos y ya está en marcha, pero el gobierno dice que no existe nada, que hay un contrato pero no está en vigencia. Entonces, es como que un juego que el gobierno hace para engañar y para mostrarse al mundo con discursos de defensor, sin embargo, nos está pisoteando a todos.

Y en el caso de Ivirizu, que ya han deforestado enormes extensiones para empezar esta hidroeléctrica, Cachuela Esperanza ¡ni se diga! Ese sí ya está avanzado. Simplemente quiero decir que nuestro gobierno, aquí en Perú, tiene una imagen como que “el defensor de los pueblos indígenas” que ha salido de las luchas sociales, que es un presidente indígena, que tenemos sí, una constitución que parece un poema, que de ser aplicada sería el país de las maravillas; pero en este caso es todo lo opuesto. No cuestiono la raíz étnica de nuestro presidente, pero si cuestionamos el doble discurso que utiliza a nivel nacional y todos los atropellos que hace en nuestro país.

— Bueno Ruth, para ir casi finalizando esta entrevista, en este evento con EarthRights International, ¿también vienen tratando estos temas?

Sí, este es un seminario para abogados defensores de derechos indígenas, pero también para defensores de derechos indígenas, y aunque yo no soy abogada, estoy inmersa en el tema de defensa de los derechos y de los territorios de nuestros pueblos indígenas, por eso estoy participando del seminario. Estamos poniendo en contexto las muchas situaciones de violación de derechos que, nos damos cuenta, no solo sucede en Bolivia, sino también en Perú, en Brasil, en Colombia, en Guatemala; es decir, el capitalismo y extractivismo es realmente una lacra, una peste que nos está acabando.

Puedo decir que todos los libros de profecías dicen que van a ver pestes, bueno esta es la peste, nos estamos acabando entre nosotros, realmente estamos acabando con nuestros pueblos indígenas y con ellos sus saberes y conocimientos.

Estos son los puntos que estamos poniendo en contexto, tratando de encontrar las herramientas de lucha o las herramientas de resistencia desde el ámbito legal, desde el ámbito internacional. Gracias a EarthRights International por hacer posible que nosotros accedamos a más información y a mayores conocimientos que nos ayuda a continuar en esta lucha, defendiendo los derechos humanos y los territorios de nuestros pueblos.

— Muchas gracias. Algunas palabras finales Ruth

Sí, muchas gracias por este espacio.

Simplemente quiero decir que nosotros los pueblos indígenas somos la reserva moral, cultural y natural que existen en cada país; tenemos conocimientos, tenemos saberes ancestrales, nosotros existimos desde antes de que cualquier extranjero hubiera pisado nuestras tierras y que creo debería valorarse eso, desde los gobiernos y desde la población urbana también.

Nosotros, los indígenas, no somos depredadores, no sobreexplotamos, no saqueamos nuestros recursos, somos guardianes de todo lo que sirve para todos en nuestros países respectivos y también para el mundo. Tenemos fuentes de agua, tenemos el oxígeno que todos respiramos, tenemos los recursos que todos necesitamos para sobrevivir, protegerlos es la función que tal vez nos toca desempeñar como pueblos indígenas y eso debería ser apreciado en el mundo.