First published on 06/10/2014, and last updated on 03/10/2018
Por: Jorge Varela Marquez (miembro Honorario)
La “Soberanía” es el poder que tiene el pueblo para gobernarse; para ello se crea el Estado, y se selecciona a individuos dentro de su población para que como funcionarios temporales actúen en las instituciones Ejecutiva, Legislativa y Judicial, autorizándolos para que respectivamente: Ejecuten acciones para el desarrollo del pueblo y defensa del territorio; dicten Leyes para la administración de recursos; y apliquen esas Leyes para mantener el orden público. Los 3 Poderes velan por la defensa de la soberanía. Rousseau llamaría a esto “Soberanía Popular”. Pero más próximo a la realidad hondureña, Marx diría que el Estado sirve para legalizar la conquista del poder por unos pocos burgueses; y se puede agregar, que estos han llegado a constituirse en la “soberanía oligárquica” gobernante, que a su vez es súbdita de las corporaciones transnacionales.
Honduras ha defendido con la sangre de su pueblo su “soberanía popular” cuando países vecinos han pretendido apropiarse de alguna parte de su territorio, (Nicaragua en 1957, El Salvador en 1969), pero ha permitido dócilmente que la “soberanía oligárquica” le arrebate el Poder, enajene sus recursos naturales, infraestructuras, territorio, y hasta a la misma población, favoreciendo a una dictadura corporativa transnacional, sostenida por banqueros, empresarios y políticos.
Un ejemplo de la pérdida de soberanía – como otros que vendrán – se manifiesta en el Golfo de Fonseca, donde transnacionales de Norte, Sur América y Europa, se establecen desalojando y despojando a los nativos de sus recursos naturales. En detrimento de un pueblo que necesita de alimentos, abrigo, salud, empleo y otros, lejos de estimularse la economía doméstica y la productividad industrial, se excita a la expansión de la agro industria de exportación… el hambre por la divisas obnubila el raciocinio; se ignoran los impactos negativos sobre el ambiente, la soberanía alimentaria y a otros actores de la economía como son los pescadores, campesinos, comerciantes… Hay alcaldes y corporaciones ya establecidas que organizan grupos de gente pobre para que hagan camaroneras en Áreas Protegidas, para luego apropiarse ellos de las mismas.
Sobre este último asunto, el Alcalde de Marcovia se ha reunido con autoridades y ONG’s, proponiendo resolver en conjunto la problemática ambiental y socio económica… Pero afloran también denuncias que llegan de todo el Golfo, destacándose el protagonismo del narcotráfico en la acuacultura del camarón; la captura impune de pescadores por autoridades de países vecinos; la perdida de territorio y autoridad Municipal debido al próximo enclave de las “Ciudades Modelo” (ZEDES)… y una debilidad institucional quizá inducida por la oligarquía que domina los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
En Honduras, el pueblo pierde el Poder, su territorio y sus recursos, se confía el empleo y su desarrollo al extranjero, no se defiende pero se estimula el éxodo de su población… entonces: ¿Honduras, es un Estado soberano… O es un “Estado Fallido” que cual Res-pública es ofrecida a las fauces del neoliberalismo?