First published on 04/24/2020, and last updated on 07/25/2020
Por José Martial Betoulet, Coordinador de Ndima-Kali – asociación de jóvenes Baka y Sangha-Sangha, Miembro del Consorcio TICCA.
A lo largo del tiempo, los Baka, un pueblo que vive en los bosques, y los Sangha-Sangha, un pueblo de pescadores, han desarrollado una relación íntima y sinérgica con el territorio que habitan. En la región de Sangha, que se extiende por la frontera trinacional de Camerún, la República del Congo y la República Centroafricana, ambos pueblos han establecido un vínculo vital con los bosques y ríos de los que dependen para su autosuficiencia. Esta interacción ha establecido los valores culturales de dichas comunidades y modelado su organización social.
Sin embargo, las ricas culturas de los silvícolas baka y de los pescadores sangha-sangha se enfrentan actualmente a fuertes presiones. La discriminación, la explotación y el desprecio a sus tradiciones y a su modo de vida dificultan la continuidad de sus prácticas ancestrales; puesto que desincentivan la transmisión de estas a las siguientes generaciones. Por ello, Ndima-Kali trata de animar a los jóvenes Baka y Sangha-Sangha proponiéndoles un espacio para defender y valorar sus culturas, así como para luchar contra toda forma de discriminación.
Ndima-Kali nació en 2012 con el apoyo de Ernesto Noriega y de Tatjana Puschkarsky, Miembro de la ONG OrigiNations, que es Miembro del Consorcio. En 2016, Ndima-Kali celebró su primera Asamblea General y se convirtió en una organización legal sin fines de lucro. En idioma Baka, ndima significa “bosque”, mientras que kali significa “río” en Sangha-Sangha, reflejando así los lugares de las prácticas tradicionales de estos pueblos.
Desde entonces, Ndima-Kali, con el fin de promover y valorar los conocimientos tradicionales y defender el derecho de acceso a la tierra, a los recursos naturales y a la educación, ha trabajado con más de 1500 jóvenes indígenas de 11 aldeas diferentes de la subprefectura centroafricana de Yobé-Sangha; pero también al otro lado de la frontera: en el norte del Congo-Brazzaville, en Bomassa, y en Mambele, en el este de Camerún.
La misión de Ndima-Kali se resume en 3 puntos: prevenir el declive de nuestras singulares culturas, documentar y valorar los conocimientos tradicionales como instrumentos cruciales para la autodeterminación y, por último, luchar contra las injusticias y la discriminación.
Los objetivos de Ndima-Kali son los siguientes:
- Fomentar la comunicación entre los jóvenes y ancianos en las aldeas para superar la brecha generacional y permitir la transmisión de los conocimientos tradicionales.
- Identificar, reunir y consolidar un grupo de jóvenes Baka y Sangha-Sangha dedicados a la investigación, la documentación y la promoción de los conocimientos tradicionales de sus ancestros.
- Desarrollar estrategias que permitan a las comunidades beneficiarse de su rico patrimonio cultural, especialmente mediante la promoción de iniciativas generadoras de oportunidades económicas gracias a la valorización de sus conocimientos tradicionales.
- Apoyar a las comunidades para desarrollar una sólida comprensión de la legislación nacional e internacional que afecta a sus comunidades para fortalecer su capacidad para defender y promover sus derechos.
Los jóvenes de Ndima Kali participan en todas las actividades de la organización.
Transmitir los conocimientos tradicionales
Periódicamente organizamos campamentos de verano de una semana en Pibongo, a los que llevamos a jóvenes (normalmente de entre 20 y 30 años) y a dos decanos (ancianos que poseen los conocimientos tradicionales). El campamento de Pibongo se encuentra a una hora en canoa.
Durante los campamentos, les enseñamos: la caza con red, la pesca tradicional; canciones, danzas, cuentos populares, plantas medicinales; además de las técnicas de escalada, de construcción de cabañas, de recolección de miel y ñame, y la fabricación de instrumentos musicales, cestos, esteras y redes de caza y pesca.
Por otra parte, hacemos regularmente, en aldeas y escuelas, campañas de sensibilización sobre la cultura tradicional como instrumento importante para la conservación y hemos diseñado un folleto con información sobre plantas medicinales.
Cartografiar el territorio para proteger sus recursos
También trabajamos en la cartografía comunitaria. Las actividades de las concesiones forestales se efectúan en las zonas de las que dependen una gran parte de la población local y, especialmente, el pueblo indígena Baka para obtener sus medios de subsistencia y para realizar sus prácticas culturales.
En la República Centroafricana, los derechos consuetudinarios de acceso y uso de los recursos naturales están garantizados por el Code de la fôret de 2018 (Código del Bosque de de 2008 en español), el Acuerdo de Asociación Voluntaria/FLEGT de 2010 y la Convención de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) n.º 169, ratificada en 2010. La cartografía comunitaria forma parte de las exigencias para obtener el certificado FSC y, por tanto, permite también obtener certificados con requisitos menos estrictos que los de la FSC.
En 2016, comenzamos este proyecto de cartografía comunitaria. Este permitió a los habitantes de las aldeas de Kanza, Nguengueli, Gbokosso y Camp-Dimanche crear mapas precisos de sus recursos más preciados, utilizando teléfonos inteligentes con GPS. Los mapas se han integrado en los procedimientos de prospección y explotación de la madera por la concesión forestal (SINFOCAM), los cuales facilitarán la comunicación, ayudando a evitar conflictos y asegurando que los recursos valiosos de la población local puedan ser protegidos y respetados durante el proceso de tala.
Luchar contra la discriminación
En colaboración con la ONG Maison de l’Enfant et de la femme Pygmée (La Casa del Niño y de la Mujer Pygmea en español), organizamos campañas sobre los medios de lucha contra el abuso y la discriminación, y presentamos también las instituciones que pueden apoyar y ayudar a la población.
Asimismo, hemos diseñado un cómic titulado ” Non à la discrimination dans les écoles” (no a la discriminación de las escuelas) con el fin de que los niños Bantúes acepten a los niños indígenas en las clases y un folleto en lengua indígena para animar a estos últimos a estudiar tanto en su lengua como en francés.
Fotografías: © José Martial Bétoulet, Ndima-Kali.
Traducción desde el francés: Carlos Sánchez.