First published on 05/15/2020, and last updated on 05/29/2020
Por el equipo de Ka’ Kuxtal Much Meyaj, Miembro del Consorcio TICCA.
En México, nuestro Miembro Ka’Kuxtal y las comunidades mayas con las que trabaja han impulsado varias estrategias en respuesta a la crisis actual, en materia de salud, de soberanía alimentaria y de comunicación, para tomar en sus propias manos su cuidado como pueblos.
Ka’ Kuxtal Much Meyaj (Ka´Kuxtal) somos una organización maya, Miembros del Consorcio TICCA desde el 2018. Estamos ubicados en el municipio de Hopelchén, Campeche, en el sureste de México, mejor conocido como la Región de los Chenes, nombrada de esta manera por su peculiar característica con relación a la cantidad de pozos que se encuentran en ella: ch’een significa pozo en lengua maya y el nombre de Hopelchén se traduce como el “lugar de los cinco pozos”.
Mantener con vida a nuestros maíces
En el Hopelchén viven 40,100 habitantes y solo existe un Hospital General de segundo nivel al que acude toda la población maya y menonita que habita en la región. Debido a las características del hospital, los casos graves son trasladados a la capital del estado que se encuentra a una hora en carretera. Algunas comunidades mayas cuentan con casas de salud, que en el mejor de los casos poseen un local, el medico llega una vez cada quince días y solo cuenta con medicamentos muy básicos.
Aunado a lo anterior en Hopelchén desde hace unos 30 años vivimos la amenaza constante a nuestras semillas nativas, a nuestras selvas y a nuestros modos de vida como pueblo maya; primero por la introducción de semillas híbridas y de “paquetes tecnológicos” que prometían muchos beneficios en cuanto a rendimiento de producción usando grandes cantidades de agrotóxicos, destruyendo la selva y luego con la introducción de cultivos de soya transgénica.
Esto ha provocado en las comunidades un paulatino abandono de las prácticas tradicionales de producción de alimentos y el consecuente incremento en el consumo de alimentos industriales. Lo anterior tiene como consecuencia que el estado de Campeche se encuentre en el segundo lugar de México en índices de obesidad, además de las enfermedades que devienen de la anterior; diabetes, hipertensión, coronarias o cáncer.
Sin embargo, por otro lado, una parte de las comunidades mayas con una fuerte identidad cultural estamos motivados a mantener con vida a nuestros maíces y la diversidad de alimentos que nos ofrece la milpa (el cultivo de maíz nativo junto con la apicultura y el cuidado de la selva fueron la vocación de nuestra región, antes de la llegada de la agricultura industrial).
Dificultades de acceso a la salud
Como organización indígena realizamos asambleas de manera constante para reflexionar y tomar decisiones ante la problemática que se vive en el municipio. Nuestro trabajo principalmente se enfoca a la conservación de las semillas y la defensa del territorio, lo cual nos lleva a realizar un análisis constante de la situación que se vive en la región. Es por esto que conocemos las condiciones precarias de la atención a la salud. Más allá del importante esfuerzo que realizan médicos y enfermeras en dar la atención necesaria, las condiciones estructurales y la disponibilidad limitada de insumos y materiales desembocan en esta contradicción: aunque la salud es un derecho, nuestros pueblos todavía no lo ven garantizado en estos tiempos.
Prepararnos de forma comunitaria frente al COVID-19
Fue por esta situación que nos dimos la tarea de prepararnos y poner por escrito una serie de recomendaciones a nuestros compañeros y compañeras de las comunidades: así nace el Protocolo Comunitario Ante la Contingencia por el Covid – 19. Sabíamos que no podíamos detener el contagio, pero sí prepararnos para cuando eventualmente llegara a nuestras comunidades.
El Protocolo Comunitario ante la contingencia por el COVID19 es producto de una reflexión al interior de Ka Kuxtal. A partir de la declaración de la pandemia y después de las acciones tomadas a nivel nacional y estatal, pasaron varias semanas sin que hubiera información destinada al pueblo maya. A nivel nacional, fue hasta principios del mes de abril que se empezaron a dar a conocer en diferentes medios una serie de protocolos, pero ninguno dirigido a los Pueblos Indígenas.
Nuestra preocupación giró en torno al cuidado de nuestros integrantes y sobre todo a activar la alerta ante la contingencia. El protocolo fue el medio para hacerle llegar la información a las comunidades de la región sobre la magnitud de la amenaza y el nivel de organización que se requiere para poder hacer frente a la misma, pues la conciencia de nuestra vulnerabilidad depende de identificar claramente la magnitud del problema, y por ello fue importante comunicar esto último.
Como Pueblos, tomar nuestro propio cuidado en nuestras manos
Asimismo, fue un llamado a tomar nuestro propio cuidado en nuestras manos como Pueblos. Ya los estados nacionales han hecho poco por nuestros Pueblos y el hecho de que después de tantos siglos sigamos recreando nuestra cultura depende fundamentalmente del esfuerzo que hicieron nuestros ancestros para mantener con vida a nuestro pueblo. En esta ocasión nos corresponde a nosotros y nosotras, en esta generación, mantener sanos a nuestros Pueblos para mantener viva la memoria de nuestros abuelos y abuelas.
En el mes de marzo, en la región ya se presentaban situaciones que demandaban atención: la llegada de población migrante originaria de la región proveniente de la zona turística conocida como Riviera Maya, la suspensión de actividades económicas, rumores falsos y reales sobre los impactos del virus e información proveniente de otros países a través de las redes sociales, etc.
Organización comunitaria para enfrentar la emergencia
Ante todo lo anterior, la primera tarea fue recopilar y analizar información sobre el virus, las características de la enfermedad, su alto nivel de contagio, experiencias previas de manejo de riesgos y atención a contingencias. Luego, nos dedicamos a promover la organización comunitaria ante la eventual llegada del COVID-19 a las comunidades de la región.
La organización comunitaria que sugerimos en el protocolo consta de cuatro ejes:
- Identificación de las necesidades básicas de la comunidad respecto a salud, agua, alimentos, etc.;
- Activación de la organización interna para el monitoreo de la contingencia;
- Recomendaciones para la atención de la población en riesgo; y
- Recomendaciones para la atención a la población infectada.
Finalmente, también se propuso un mapeo de las condiciones y características de cada comunidad con la intención de tener a la mano información sobre la población catalogada como más vulnerable durante esta contingencia.
En el contexto de la pandemia las decisiones al interior de las comunidades se siguen tomando en asambleas, con las medidas recomendadas de sana distancia y en las últimas semanas también haciendo uso de los cubre bocas. Además, se están utilizando medios de comunicación como las redes sociales y aplicaciones que, aunque sobre todo son usadas por la población joven, también son un canal hacia los mayores.
Generar información confiable desde y hacia las comunidades
Por la confusa información que llegaba al mismo tiempo a Hopelchén, decidimos también implementar una serie de estrategias relacionadas a la comunicación e información, misma que implementamos a través de los integrantes de la organización, sobre todo jóvenes, que están en diferentes comunidades del municipio y quienes podrían usar las redes sociales virtuales a pesar del precario sistema de internet.
Estas fueron nuestras primeras acciones en respuesta a la contingencia: nos enfocamos en generar información hacia las comunidades y también dar a conocer el sentimiento, pensamiento y reflexión de éstas hacia afuera. Creamos un medio informativo para este fin, el canal de Facebook “Ka’Kuxtal Informa” ya que Facebook es un medio de comunicación muy usado por los jóvenes en la región.
Asegurar la siembra y apoyar la economía de nuestras comunidades
Hemos realizado entrevistas a las autoridades comunitarias, mujeres, jóvenes, niños y niñas, todas ellas respecto a la enfermedad. También nos hemos vinculado con personal médico que oportunamente han aclarado dudas y ampliado la información. Elaboramos un manual de plantas medicinales para fortalecer el sistema inmune y el respiratorio, y actualmente estamos trabajando en asegurar las semillas para la siembra y el intercambio de los productos de la milpa y las artesanías para asegurar la alimentación y apoyar la economía de nuestras comunidades.
De esta forma, la recuperación de la soberanía alimentaria, los alimentos con los que contamos en la milpa y nuestros solares, así como nuestra gobernanza en el territorio y el ejercicio de nuestros derechos a la salud en la práctica, se convierten en pilares para enfrentar esta pandemia como comunidades y organización indígena.
Descarga aquí el Protocolo Comunitario ante la contingencia por el COVID19.
Imagen de portada: Encuentro Regional de Ka’Kuxtal antes de la crisis © Ka’Kuxtal.