First published on 08/24/2020, and last updated on 09/04/2020
Por Leonel Hoeffer, Miembro Honorario y miembro del Grupo de Jóvenes del Consorcio TICCA.
En el noroeste de México, el Pueblo Indígena Comcaac ha cuidado su territorio durante milenios. eonel Hoeffer, Miembro Honorario e integrante del grupo de Jóvenes del Consorcio TICCA, cuenta cómo los jóvenes Comcaac participan y lideran actividades para la conservación de su territorio y cultura.
El territorio Comcaac
El territorio ancestral del Pueblo Indígena Comcaac se encuentra en el desierto de Sonora y el mar del Golfo de California en el noroeste de México. El Pueblo Comcaac cuenta con una herencia cultural y un entendimiento tradicional milenario del lugar donde vive. Las actividades que permiten su subsistencia son la pesca, la cacería, la recolección de semillas, raíces, flores y frutos; lo que les permite tener un amplio conocimiento biológico, ecológico, medicinal y espiritual del territorio y sus recursos.
De la extensa área donde se distribuía la comunidad como nómada, el gobierno mexicano ha reconocido y entregado de manera formal 244,088 hectáreas que comprenden un área insular llamada Isla Tiburón (la más grande de México), un territorio continental y un estrecho marino llamado Canal del Infiernillo.
Actualmente, el territorio está administrado por un gobierno tradicional conforme a usos y costumbres que permiten la toma de decisiones de manera autónoma en la mayoría de las actividades.
¿Qué retos enfrenta el pueblo Comcaac?
Una situación repetitiva que sufren los Pueblos Indígenas y comunidades locales a nivel global es la pérdida de la cultura, idioma y costumbres por el contacto recurrente y obligado con las civilizaciones dominantes. El pueblo Comcaac no es la excepción, existe un peligro latente por la falta de transmisión y enseñanza de conocimiento tradicional a las nuevas generaciones. A largo plazo, esto puede conllevar a la desvalorización de la cultura, tradiciones, riqueza natural e idioma.
La riqueza en paisajes, costas y recursos naturales dentro del territorio ha impulsado la invasión por comunidades foráneas de la región que realizan pesca y cacería de manera ilegal, así como empresas con ofertas de establecimiento de proyectos de minería y turismo. Aunado a esto, las costas del territorio están presentando un cambio en el nivel del mar, los eventos climáticos como huracanes han impactado en las comunidades severamente, la contaminación, escasez de agua potable y emergencias sanitarias como la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 han obligado a la comunidad a organizarse para enfrentar y resolver estos retos complejos.
Jóvenes comprometidos con la conservación
El pueblo Comcaac ha encontrado aliados estratégicos cómo científicos, investigadores, ONG, agencias de gobierno, universidades, entre otros, que a lo largo de varias décadas han capacitado y empoderado a jóvenes de la comunidad. Esto ha permitido el desarrollo de proyectos de monitoreo biológico de flora y fauna, protección de la diversidad biocultural, rescate de conocimiento tradicional, siendo la mayoría de estas actividades lideradas por jóvenes y acompañadas por maestros del conocimiento tradicional.
Fotos: © Ivanna Tautimez y Servando López.
Un ejemplo de participación más consistente en el territorio Comcaac es la relación con el Centro de Estudios Ecológicos y Culturales Prescott College A.C. que ha estado presente los últimos 30 años en la región con proyectos en colaboración con miembros jóvenes y ancianos del pueblo Comcaac sobre cultura, ecología, medicina tradicional, educación ambiental y liderazgo.
Cabe mencionar que estos esfuerzos suman a la histórica lucha que la comunidad ha realizado en las últimas décadas para conservar y proteger el territorio. Prueba de ello se ha visto reflejado en el buen estado de conservación del desierto y mar comparado con otras áreas fuera del territorio. Sin embargo, las amenazas siguen latentes y por ello se debe seguir motivando y proporcionando espacios de intercambio y enseñanzas para la participación de las nuevas generaciones en el desarrollo colectivo de la comunidad.
Imagen de portada: © Ivanna Tautimez.