Se conformó un Equipo de Coordinación Europeo, integrado por representantes de España, Italia, Montenegro, Rumanía, Croacia, Grecia y Francia, con el objetivo de fortalecer la colaboración transfronteriza
First published on 09/15/2025
Por Consorcio TICCA
La III Asamblea Europea del Consorcio TICCA se realizó en Ginebra y Gland, Suiza, del 9 al 13 de diciembre de 2024, y reunió a líderes comunitarios, investigadores y defensores de políticas. Se llevó a cabo en el marco de la Conferencia Europea sobre Bienes Comunes, Territorios de Vida y OMEC. La apertura estuvo a cargo de una inspiradora intervención de Tero Mustonen, proveniente del Ártico y exintegrante del Consejo del Consorcio TICCA.
Tero subrayó la profunda importancia cultural y ecológica de las tierras tradicionales Sami y finlandesas, en especial el concepto de erämaa: tierras silvestres gestionadas de manera sostenible durante generaciones. A través del trabajo de Snowchange Cooperative, cinco TICCA, territorios de vida, en Finlandia muestran cómo la custodia comunitaria local contribuye a la biodiversidad, a los objetivos climáticos y a la resiliencia cultural.
Fortalecer las raíces nacionales y construir puentes regionales
La asamblea se desarrolló en tres sesiones específicas, en las que se abordaron la estructura de trabajo del Consorcio, la estrategia global y la coordinación europea.
La primera sesión, centrada en las modalidades de trabajo del Consorcio TICCA en el continente, puso de relieve la amplitud y la profundidad de los esfuerzos de base, cada uno arraigado en contextos locales, pero que enfrentan desafíos comunes relacionados con el reconocimiento legal, la coordinación y las amenazas de la privatización y el desarrollo insostenible.
España e Italia presentaron sólidos movimientos nacionales en favor de los bienes comunes. En España, Iniciativa Comunales impulsa la documentación comunitaria, la inscripción en el Registro TICCA y ha desarrollado proyectos a pequeña escala. Federico Bigaran, de Italia, compartió las últimas novedades sobre la Rete Italiana dei Territori della Vita. Esta red informal se sustenta en la Ley 168/2017, que reconoce el papel crucial de los bienes comunes rurales en la conservación de la biodiversidad.
Milan Sekulovic, de Montenegro, compartió novedades sobre la protección de los Katuns mediante la campaña «Salvemos Sinjajevina» y la creación de una nueva Coalición Nacional por la Tierra. Desde Hungría y Rumanía, Anna Varga informó sobre un renovado interés en la conservación ecológica de los bosques comunales y destacó el éxito de las iniciativas transfronterizas de conservación.
Gretchen Walters y Olivier Hymas, de Francia, explicaron que colaboran para lograr el reconocimiento legal de los bienes comunes rurales, como el consortage de Chamonix, a pesar de la resistencia institucional.
Todos manifestaron preocupaciones por los efectos adversos de la expansión ecológica. Theodoros Karfakis, de Terra Sylvestris, Grecia, destacó la amenaza que representan la privatización de los bienes comunes y la gestión deficiente de la Red Natura 2000, y pidió una incidencia coordinada y protecciones legales más sólidas a nivel de la Unión Europea.
Un tema común en todas las presentaciones fue que, aunque la coordinación nacional está mejorando, la colaboración transfronteriza sigue fragmentada.

Hacia una acción colectiva
Durante la segunda sesión, la atención se centró en la gobernanza y la visión. Las presentaciones de Grazia Borrini-Feyerabend y del coordinador internacional Ali Razmkhah reforzaron el mensaje del Manifiesto por los territorios de vida como base moral y estratégica del Consorcio. Este manifiesto defiende los derechos colectivos, la custodia ecológica y la resistencia al extractivismo, al tiempo que advierte sobre el riesgo de una cooptación superficial por parte de actores externos. Ali presentó el Plan Estratégico 2024-2028 e hizo hincapié en la libre determinación, el reconocimiento de los derechos, la influencia política y el desarrollo organizativo.
Posteriormente, se instó a la región europea a fortalecer su papel dentro del Consorcio TICCA mediante una participación más activa en la gobernanza. Esto implica colaborar con la Secretaría, organizar reuniones regionales y elaborar un plan estratégico para el continente.
Para hacer frente a esta situación, se creó oficialmente un Equipo de Coordinación Europeo (ECE), integrado por representantes de España, Italia, Montenegro, Rumanía, Croacia, Grecia y Francia, con la misión de potenciar la colaboración transfronteriza. Aunque la creación de una secretaría europea sigue siendo un objetivo a largo plazo, se aprobó el nombramiento de una coordinadora europea y la formación del ECE como medidas inmediatas y concretas para avanzar en esa dirección.
Protección contra la ecoimpostura y recuperación del discurso
En una sesión conjunta con la Asociación Internacional para el Estudio de los Bienes Comunes (IASC, por sus siglas en inglés), Europa y la Comunidad de Estados Independientes (CEI), los participantes expresaron su preocupación por la creciente apropiación del lenguaje de la conservación comunitaria por parte de instituciones con agendas verticales. Europa enfrenta un dilema singular: aunque los TICCA reciben cada vez más reconocimiento a nivel mundial, la conservación en la Unión Europea suele marginar a los custodios locales en favor de enfoques tecnocráticos.
Se llegó a un consenso: las voces de la comunidad deben seguir siendo el eje central de la conservación. De cara al futuro, los participantes establecieron como prioridades mapear las actividades de los miembros, ampliar las redes nacionales y aumentar la visibilidad de los bienes comunes europeos. Se contempla la posibilidad de realizar una reunión de seguimiento para perfeccionar el plan de acción europeo, con el respaldo de una financiación inicial potencial.

Un llamado a la unidad
Aunque los desafíos son numerosos, como los obstáculos burocráticos, los fondos limitados y la resistencia institucional, la Asamblea destacó una determinación compartida: empoderar a las comunidades, fortalecer la solidaridad transnacional y proteger los diversos bienes comunes de Europa. Como recordó Grazia al grupo, el manifiesto es un documento vivo, al igual que el movimiento que lo sustenta.
Para celebrar el movimiento, los miembros del Consorcio TICCA y de la IASC participaron en una visita organizada por la Orilan Association a la sección comunal de Mourex, un territorio de vida en Francia. La visita a los bienes comunes recordó a todos la importancia de proteger nuestra tierra para preservar su asombrosa belleza, su rica biodiversidad y sus funciones vitales, y para honrar nuestra identidad.
Nota: La conferencia contó con el financiamiento principal de la Universidad de Berna, la Universidad de Lausana y la Swiss National Science Foundation, con contribuciones adicionales de varios proyectos y organizaciones, entre ellos el Consorcio TICCA, el National Biodiversity Future Centre y RuComItaly.