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Clima y biodiversidad: un llamado a la acción para defender los derechos y apoyar a las comunidades indígenas en primera línea

Con este llamado, reafirmamos nuestro agradecimiento y respeto colectivos hacia la resiliencia de los Pueblos Indígenas de todo el mundo, desde quienes defienden sus territorios bajo asedio hasta quienes reconstruyen comunidades en el exilio

First published on 09/18/2025

Por Consorcio TICCA


El Consorcio TICCA insta a los gobiernos nacionales, las instituciones internacionales, los donantes y a toda la sociedad civil a situar el conocimiento indígena en el centro de la toma de decisiones sobre el clima y la biodiversidad; a defender y financiar la gobernanza de la conservación liderada por los Pueblos Indígenas; y a actuar con urgencia para salvaguardar los derechos y las vidas de estos pueblos, que están en la primera línea de defensa del futuro de toda la vida en la Tierra.

Durante siglos, los Pueblos Indígenas han resistido el despojo, la asimilación y la supresión sistemática. En la actualidad, el legado del colonialismo se manifiesta en las injusticias climáticas y de conservación, así como en la imposición violenta de sistemas económicos globales extractivistas y militarizados, que arrebatan a los Pueblos Indígenas sus derechos, su voz y su futuro.

Vivimos en una época en la que la «teoría y la práctica de las guerras sin fin» se lleva a cabo en distintas regiones y arrebata la vida a innumerables víctimas, en particular a los Pueblos Indígenas, quienes son objeto de bloqueos, desplazamientos que los obligan a vivir como refugiados, hambrunas, encarcelamientos, torturas, asesinatos y desapariciones forzadas en todos los continentes. Se trata de la continuación de los patrones históricos del colonialismo, ahora reforzados por los mecanismos del neocolonialismo, que siguen invadiendo los territorios de vida que sustentan a los Pueblos Indígenas y, en definitiva, a toda la humanidad.

Esta violencia y estas injusticias persisten a pesar de la existencia de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI) y de otros instrumentos internacionales de derechos humanos. Estos deben implementarse y monitorearse plenamente.

En medio de estas crisis superpuestas, los Pueblos Indígenas defienden sus territorios de vida frente a la destrucción y, al mismo tiempo, ofrecen sistemas de conocimiento profundos y formas de ser que señalan caminos para superar la emergencia planetaria en la que nos encontramos. Arraigados en la sabiduría ancestral, la gobernanza relacional y la custodia perfeccionada a lo largo de milenios, los Pueblos Indígenas demuestran que vivir en equilibrio con la Tierra no es una utopía, sino una respuesta práctica y necesaria ante la sexta extinción masiva que enfrentamos colectivamente.

El liderazgo de los Pueblos Indígenas es esencial en este momento crítico, pues su sabiduría y sus sistemas de gobernanza muestran cómo reparar nuestra relación con la naturaleza, regenerar los ecosistemas y reimaginar economías basadas en el cuidado y la reciprocidad, en lugar de en la extracción sin límites.

Nuestro llamado a la acción

Reconocer y proteger los territorios de vida

Los territorios de vida, es decir, las tierras, las aguas, los ecosistemas y la biodiversidad custodiados por los Pueblos Indígenas, sufren ataques implacables. Los estados y las empresas deben reconocer y proteger legalmente estos territorios, y respetar los sistemas de gobernanza indígenas, a fin de garantizar que sigan siendo seguros para las generaciones presentes y futuras.

Implementar plenamente todos los marcos de derechos indígenas

Exigimos la implementación inmediata y plena de la DNUDPI y de todos los instrumentos internacionales, regionales y nacionales relacionados con los derechos humanos. Los Pueblos Indígenas no deben seguir sufriendo la carga de promesas incumplidas, gestos simbólicos ni declaraciones vacías.

Erradicar la violencia y la militarización

Los estados deben poner fin a la militarización de los territorios indígenas, frenar la violencia dirigida contra los defensores indígenas y garantizar la rendición de cuentas por los delitos cometidos contra los Pueblos Indígenas, incluidas las desapariciones forzadas y los asesinatos extrajudiciales.

Paz positiva y conocimientos indígenas

El mundo debe pasar de la mera «ausencia de guerra» a una paz positiva, basada en la justicia, la dignidad y el equilibrio. Los Pueblos Indígenas poseen sistemas de conocimiento profundos, tradiciones de gobernanza y formas de vida que ofrecen caminos para la reconciliación y la convivencia. Estos deben ser la base de los esfuerzos locales, nacionales y globales para consolidar la paz.

Justicia restaurativa y reparación

Reiteramos la importancia de la Resolución 60/147 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el derecho a interponer recursos y obtener reparaciones. Los Pueblos Indígenas que han sufrido daños históricos y contemporáneos, como el robo de tierras, la asimilación forzada, el genocidio cultural y la destrucción ambiental, deben recibir reparaciones significativas, tanto materiales como simbólicas, mediante procesos guiados por el liderazgo indígena.

Justicia ambiental y climática

El deterioro de los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático no pueden separarse de los patrones coloniales de explotación. Las estrategias mundiales deben ir más allá de la participación simbólica e integrar activamente la conservación, la restauración y la custodia de los ecosistemas lideradas por los Pueblos Indígenas, con el reconocimiento de los Pueblos Indígenas como titulares de derechos y responsabilidades, y no solo como partes interesadas.

Alianzas reales y responsabilidad

Todos los actores, ya sean organismos de las Naciones Unidas, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, instituciones financieras o entidades privadas, deben ir más allá de la consulta y avanzar hacia la toma de decisiones conjunta con los Pueblos Indígenas, basada en el consentimiento libre, previo e informado. Además, los mecanismos de rendición de cuentas deben garantizar que los compromisos se conviertan en acciones medibles y en un cambio sistémico.

Centrarse en las mujeres y la juventud indígenas

Las mujeres y la juventud indígenas no solo son custodias de la cultura y el conocimiento, sino también líderes en los movimientos por la justicia, la acción climática y la paz. Las políticas, el financiamiento y los programas deben priorizar su seguridad, su participación y su liderazgo, y deben abordar la violencia de género y las desigualdades intergeneracionales.

Acceso directo al financiamiento

Los Pueblos Indígenas tienen derecho a mecanismos de financiamiento directos que eviten las barreras burocráticas y la obstrucción política, en particular el dominio causado por las sanciones y medidas coercitivas unilaterales que bloquean el financiamiento urgente. Los recursos destinados a los Pueblos Indígenas deben llegar sin intermediarios ni condiciones que comprometan su soberanía, y deben dirigirse a eliminar todos los incentivos perversos que socavan la gobernanza local y propician el despojo.

Soberanía de los datos en la era de la inteligencia artificial

A medida que la inteligencia artificial y los sistemas digitales influyen cada vez más en la gobernanza y la gestión de los recursos, la soberanía de los datos indígenas resulta fundamental. La recopilación, el almacenamiento y el uso de los conocimientos indígenas, el patrimonio cultural y los datos biogenéticos deben permanecer bajo el control de los Pueblos Indígenas, con sólidas salvaguardias que eviten el uso indebido y el colonialismo digital.

Con este llamado, reafirmamos nuestro agradecimiento y respeto colectivos por la resiliencia de los Pueblos Indígenas de todo el mundo, desde quienes defienden sus territorios bajo asedio hasta quienes reconstruyen comunidades en el exilio. El mundo no puede permitirse ignorar sus voces y su sabiduría. Un futuro de supervivencia planetaria, paz y justicia depende de la supervivencia y la prosperidad de los Pueblos Indígenas y de su libre determinación en los territorios de vida.