First published on 12/15/2014, and last updated on 10/10/2022
TICCA emblemático
La comunidad rural de Mangagoulack, en la región de Casamanza en Senegal, es un área relativamente remota habitada casi exclusivamente por el pueblo Djola. Incluso si todavía se encuentra al margen del “desarrollo” (en 2009, carecía de una carretera asfaltada y muchos hogares aún no contaban con electricidad), se puede afirmar que es un lugar que brilla por su rica cultura local. El pueblo Djola da gran importancia a los lazos familiares, de parentesco y comunitarios. Son una sociedad igualitaria y profundamente democrática (no tienen un “líder”, las decisiones las toman las asambleas de los pueblos y las mujeres son respetadas y poderosas). Las personas se adhieren a una u otra de las principales religiones, como el Islam o el cristianismo, pero todos mantienen vivas las ceremonias y prácticas tradicionales (por ejemplo, los ritos comunales de iniciación, la colaboración durante el trabajo agrícola, el apego a los productos locales, etc.). Además, todos respetan los “fetiches” omnipresentes, símbolos de una percepción sofisticada de los vínculos entre el mundo visible e invisible. En general, la solidaridad comunitaria y étnica parece inusualmente vibrante y poderosa.
¡Vea este video para apreciar algunas imágenes de esta inspiradora historia! Está en francés con subtítulos en inglés.
En respuesta al deterioro de su entorno costero, cada vez menos productivo debido a la pesca indiscriminada y la extracción de recursos por parte de personas externas, los pescadores de los ocho pueblos de la comunidad rural decidieron crear una asociación. Esta comenzó estando activa en el trabajo de reforestación de manglares y otras iniciativas locales pequeñas y después de unos años estaba lista para ampliar sus ambiciones. Fue en ese momento que el Consorcio TICCA y el PPD-FMAM brindaron apoyo oportuno para que pudieran informarse sobre sus opciones y planificar juntos para crear y establecer un Área de Conservación Comunitaria (TICCA o APAC, siguiendo la abreviatura en francés) que cubre casi 10.000 hectáreas de tierra y agua en su extremadamente productivo ecosistema de manglares ribereños. Los pescadores decidieron nombrar a su área conservada Kawawana, una abreviatura Djola de la frase: “nuestro patrimonio ancestral que todos deseamos conservar”.
Establecer un verdadero TICCA de base fue una nueva experiencia en Senegal. El país estaba repleto de iniciativas que se referían a sí mismas como “basadas en la comunidad”, pero que habían sido concebidas e implementadas por ONG y estaban “dirigidas” por funcionarios gubernamentales designados para esta tarea. En Mangagoulack, esto iba a ser diferente y la asociación de pescadores decidió probar suerte con la Ley de Descentralización nacional, que asigna la responsabilidad del manejo de los recursos naturales al Municipio Rural. PPD-FMAM proporcionó financiamiento para las reuniones locales y el asesoramiento técnico de un pequeño equipo interdisciplinario de expertos. Con la ayuda de este equipo, la asociación de pescadores revisó y redescubrió las prácticas tradicionales locales, que incluían “áreas sagradas” donde vivían algunos “genios peligrosos” y donde jamás se podía permitir la pesca. A partir de este y otros resultados de su análisis de la situación, se ayudó a la asociación a desarrollar un plan básico de zonificación y gestión para su TICCA. El plan incluye una zona de acceso prohibido (donde siempre vivieron los genios y donde los pescadores esperaban que los recursos pudieran reproducirse), así como una zona donde solo los residentes locales podían pescar o recolectar recursos (solo para el consumo y el mercado locales). También identificaron una tercera zona, donde se aplicarían estrictamente las normas nacionales y no se permitirían embarcaciones a motor. Además, la asociación ideó una estructura general de gobernanza para el nuevo TICCA, combinando elementos tradicionales (por ejemplo, la ritualización de los límites del TICCA mediante “fetiches” establecidos por ancianas respetadas, un consejo de “personas sabias” para ayudar a resolver conflictos, la toma de decisiones por consenso tanto como sea posible, etc.) con elementos propios del estado moderno (por ejemplo, la aprobación formal del TICCA por el consejo de la Municipalidad Rural, por el consejo regional y por el Gobernador de Casamanza, la demarcación y ejecución en estrecha colaboración con la industria pesquera de la agencia estatal, etc.). Finalmente, establecieron un plan de seguimiento para monitorear los resultados de su trabajo con el paso del tiempo (y tienen claro que los resultados, al menos en términos de restauración de las pesquerías locales, pueden tardar años en aparecer).
Después de muchas dificultades, la comunidad Kawawana consiguió establecer de forma oficial su TICCA, autorizado formalmente por el consejo regional y el Gobernador de Casamanza. Ahora, se convirtió en un ejemplo para Senegal y es uno de los fundadores de la asociación KABEKA, que trabajará por el reconocimiento de los TICCA en todo Senegal.
¡Visite el sitio web de Kawawana aquí!
Para saber más sobre Kawawana, lea su informe original de 2009 (en francés) “Kawawana en marche!” y los anexos (en francés): Les Annexes de «Kawawana en marche!»
Lea el libro (en francés) “Il était une fois Kawawana” (2013)
En francés – Encuentre aquí una presentación de Kawawana – Aire du Patrimoine Communautaire de Mangagoulack (2013)
En inglés – Encuentre una presentación sobre “Kawawana – Community Conserved Area of Mangagoulack” (2013)
Además, Kawawana ganó el Premio Ecuatorial 2012 por su gran trabajo en el manejo de un TICCA con el objetivo de mejorar los ingresos locales, fortalecer la seguridad y soberanía alimentaria y proteger la biodiversidad.
Encuentre aquí un video que puede ayudarle a “sentir el lugar”:
Traducción al español de Alexandra Tapia Salazar.