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Declaración de solidaridad en el Día Internacional de la Diversidad Biológica 2022

El 22 de mayo conmemoramos el Día Internacional de la Diversidad Biológica en un momento en que los Pueblos Indígenas y las comunidades locales siguen luchando por el lugar que les corresponde a la hora de tomar decisiones que les afectan a ellos y a sus territorios de vida

Los cerros sagrados de Kampankias, el corazón del territorio Wampis en Perú. Foto: Jacob Balzani Lööv

First published on 05/19/2022, and last updated on 09/21/2023

Conmemoramos el Día Internacional de la Diversidad Biológica 2022 en un momento en el cual, por un lado, existe un crecimiento inevitable del reconocimiento y el apoyo a los Pueblos Indígenas y las comunidades locales como administradores de la vida en la Tierra. Sin embargo, por otro lado, ellos siguen luchando por el lugar que les corresponde a la hora de tomar decisiones que les afectan a ellos y a sus territorios de vida. La negociación que se está llevando a cabo en torno al marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020 es un ejemplo de ello.

Este año, el tema del día es “construir un futuro compartido para todas las formas de vida”, que la ONU eligió para seguir fortaleciendo y apoyando el marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020 que se adoptará en la próxima Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad (COP15).

Este es un periodo crucial para el futuro de nuestro planeta y la diversidad de la vida. Conforme la pandemia continúa, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales de todo el mundo se esfuerzan por superar los desafíos de las crisis planetarias y de la desigualdad.

Gracias a la experiencia de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales, sabemos que es posible evitar la extinción de especies, restaurar los sistemas socioecológicos y sostener los territorios de vida en estos tiempos de cambios significativos. La administración colectiva y comunitaria es fundamental para nuestro futuro compartido y sostenible.

La diversidad biológica es esencial para la vida y los medios de sustento de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales. Los conocimientos, la cultura, los medios de vida y las prácticas espirituales Indígenas y locales están entrelazados con la diversidad de las formas de vida en sus territorios, tierras y aguas.

Sin embargo, en muchos países a nivel mundial, los gobiernos estatales, las empresas y las organizaciones para la conservación siguen pasando por encima de los derechos y las responsabilidades de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales con respecto a sus culturas y territorios de vida, incluidos sus derechos a la autodeterminación, la autogobernanza y el consentimiento libre, previo e informado.

Es hora de reconocer a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales como los verdaderos agentes de un cambio transformador. Son tan fundamentales para mantener la diversidad de las formas de vida en la Tierra que sería imposible abordar las crisis de la diversidad biológica y del clima sin ellos.

Según el informe de 2021 sobre los territorios de vida del Consorcio TICCA, el apoyo a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales para asegurar sus tierras y territorios de vida colectivos, y un conjunto mínimo de derechos es un eslabón perdido que es clave en los compromisos a nivel mundial y en la implementación a nivel nacional. Hemos visto evidencias similares en un nuevo informe regional elaborado en conjunto por 20 organizaciones Indígenas y de comunidades locales de toda Asia, entre las cuales se encuentran varios Miembros del Consorcio TICCA, y la Iniciativa para los Derechos y los Recursos.

Con vistas a la adopción del marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020, que se prevé para la próxima Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad, han aumentado los debates sobre la importancia de reconocer los derechos y el papel de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales en sostener los sistemas de apoyo de la vida en todo el planeta.

Sin embargo, a lo largo de las negociaciones del marco, la mayoría de los gobiernos estatales y las organizaciones para la conservación se han centrado de forma abrumadora en el borrador de la meta de conservación basada en área, comúnmente conocida como 30×30, sin el enfoque de contrapartida necesario para detener los impulsores de la pérdida de diversidad biológica y las amenazas a aquellos que arriesgan sus vidas por defender nuestro planeta.

Dentro de la meta 30×30, una gran parte de los negociadores ha demostrado poca o nula voluntad de comprometerse con la protección de los derechos humanos en la conservación, en particular los derechos de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, el reconocimiento legal de sus territorios y el respeto a sus usos consuetudinarios, como han puesto sobre la mesa las voces de los guardianes de las tierras, las aguas y los territorios de vida.

A pesar de esto, hay indicios de que la situación está cambiando gracias a los esfuerzos conjuntos del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad, de los grupos de jóvenes, de mujeres y de la sociedad civil, y un grupo pequeño pero fuerte de gobiernos estatales que los apoyan.

Después de las sesiones en Ginebra en marzo de 2022, estos esfuerzos se están viendo reflejados en la Meta 3 del borrador del marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020, destacando la importancia de reconocer las contribuciones de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, así como de gestionar, asegurar y salvaguardar sus derechos más allá de las legislaciones nacionales y de cumplir con las obligaciones internacionales. Las sesiones de Ginebra también abrieron el camino para reconocer la importancia de las tierras y los territorios de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, incluyendo su derecho al consentimiento libre, previo e informado.

No obstante, aún queda un largo recorrido para que los territorios de vida sean plena y adecuadamente reconocidos y apoyados en el marco posterior a 2020.

En las próximas negociaciones que se llevarán a cabo en Nairobi en junio y en los planes de implementación a nivel nacional, les hacemos un llamado a los líderes mundiales y estatales para que alineen los objetivos y las metas del marco posterior a 2020 con los valores, las visiones y el liderazgo autodeterminados de los guardianes de los Pueblos Indígenas y de las comunidades, y les instamos a que cumplan con los compromisos de un enfoque de implementación basado en los derechos para garantizar un planeta saludable y sostenible para todas las formas de vida, y lograr un consenso antes de la COP15.

Traducción por Camila Miranda.