Se trata de cuatro territorios de vida (TICCA): el Cedro TICCA - Bahía Solano, Comunidad Guapi de Colombia, Comuna de Puerto Cabuyal y el Biocorredor Estuario del río Portoviejo de Ecuador
First published on 06/10/2025, and last updated on 06/16/2025
Por Consorcio TICCA
Con el apoyo del Consorcio TICCA, la coordinación de la subregión Amazonía, la Red TICCA Ecuador y Colombia, en la próxima Conferencia de los Océanos de la ONU de 2025 se espera la participación de cuatro líderes comunitarios indígenas y afrodescendientes de la región amazónica, quienes representarán a sus respectivos territorios de vida (TICCA). Aquí presentamos breves descripciones de los líderes comunitarios y sus TICCA:
1. Edson Luilly Murillo Gonzales, Consejo Comunitario El Cedro, Colombia
2. Gabriel Alejandro Lucio Naranjo, Comuna Puerto Cabuyal / Fundación Ser Ambiente, Red TICCA, Ecuador
3. Gerardo Bazán Orobio, Consejo Comunitario del Río Guajuí-Guapi, Colombia
4. María Dolores Vera García, Fundación para la Investigación y Desarrollo Social (Fides), Ecuador
La participación de estos líderes en la UNOC 2025 busca visibilizar el papel fundamental de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales en la conservación de los océanos y la biodiversidad, así como en la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14.
Su presencia en este foro internacional destaca la importancia de reconocer y apoyar los territorios de vida como modelos efectivos de conservación liderada por comunidades.
El Cedro TICCA – Bahía Solano
Edson Luilly Murillo Gonzales es de Bahía Solano, Colombia. Él es un líder comunitario en el TICCA El Cedro-Bahía Solano. En el territorio costero-marino realiza actividades relacionadas con el monitoreo, la vigilancia y la educación sobre el uso sostenible de los recursos.
El Consejo Comunitario El Cedro es una organización étnico-territorial de la comunidad afrodescendiente. En el distrito El Valle de Bahía Solano, municipio del departamento del Chocó, el TICCA El Cedro es un hábitat de flora y fauna.
El Cedro tiene un área marino-costera de conservación que está enmarcada bajo las resoluciones 2636/2022 y 2668/2024 de la autoridad de pesca y acuicultura de Colombia AUNAP, estableciendo una zona exclusiva de pesca artesanal (ZEPA) administrada por los consejos comunitarios afrodescendientes.
El Cedro ejerce la máxima autoridad en la administración interna de los territorios colectivos asignados por la ley con autonomía para la toma de decisiones y trabaja con la comunidad negra, con organizaciones e instituciones, propendiendo por el ordenamiento del territorio y la formación integral para el fortalecimiento de las personas y organizaciones, así como para el fortalecimiento interno del Consejo Comunitario, con una gestión permanente y control sobre los procesos que se dan en el territorio.
Está área tiene 2000 kilómetros en línea recta desde la baja mar hasta el mar adentro y comprende dos municipios del departamento del Chocó, se establece esta zona como un mecanismo de protección contra la pesca industrial y para garantizar la seguridad alimentaria de los pueblos negros por la relación que tienen con el mar; es así que, como custodios del área, los pescadores informan de cualquier novedad inusual en esta zona y con el apoyo de las autoridades colombianas se ejerce el control y la soberanía de este territorio marino-costero, siendo lugar de manejo para las tortugas, ballenas jorobadas, que migran y tienen sus crías en estas aguas, y del tiburón ballena. Para esto, las diferentes organizaciones comunitarias ejercen diversas actividades con el fin de mantener las especies vulnerables y sostener la productividad de alimentos de la comunidad.
Comuna de Puerto Cabuyal
Gabriel Lucio Naranjo, sociólogo ambiental, es parte del equipo técnico de la Fundación Ser Ambiente, organización Miembro del Consorcio TICCA que impulsa iniciativas de conservación y uso sostenible en el Ecuador. Desde 2021, colabora con la Comuna Puerto Cabuyal (CPC), ubicada en el noroeste de Ecuador, coordinando procesos de desarrollo local sostenible, como la implementación del proyecto Plan de Vida y zonificación territorial de la CPC, articulando a su integración en el Consorcio TICCA y el Registro Global TICCA, colaborando en la promoción de procesos comunitarios orientados a la libre determinación, gobernanza ambiental y conservación ecocultural.
La CPC, territorio de vida marino-costero, es una comunidad local de pescadores artesanales de 146 habitantes que han vivido por más de un siglo en armonía con su entorno con vínculos históricos, culturales y ecológicos con el mar. Los ecosistemas que protege la CPC cuentan con una gran riqueza de especies acuáticas y terrestres, y su biodiversidad endémica provee importantes servicios ecosistémicos, funciones socioculturales y económicas. Este TICCA se encuentra dentro de la Reserva Marina Puerto Cabuyal-Punta San Clemente, la cuarta más grande del Ecuador (130 427,09 hectáreas), que fue creada para proteger especies y ecosistemas marinos vitales. CPC está asentada en una franja marino-costera de 4 km de largo y 1,5 km de ancho, ocupa un territorio de 410,70 hectáreas de remanentes de bosque seco tropical, que históricamente formó parte de la Cultura Manteña (600 – 1534 d.C.), y que, en la actualidad, es parte del Área de Conservación y Uso Sostenible (ACUS) Noroccidente de Manabí.
La CPC participa en el manejo costero integrado de su TICCA para controlar o mitigar los impactos adversos de las actividades humanas en el medio ambiente y contribuir a la restauración de las zonas costeras degradadas. También, preserva sus prácticas ancestrales de pesca artesanal sostenible de bajo impacto en los ecosistemas marinos. Además, por más de 12 años, su escuela comunitaria Nueva Esperanza, con su Grupo Caparazón de Niños, impulsa una experiencia endógena voluntaria de niñas, niños, jóvenes y madres acompañantes para proteger su playa de mar y conservar tortugas marinas con acciones de cuidado y monitoreo.
Con su Plan de Vida, la CPC busca consolidar acciones programáticas de gestión sostenible para garantizar derechos, acelerar estrategias de conservación, defensa y uso sostenible de la biodiversidad marino-costera en esta parte del océano Pacífico. CPC, con el apoyo de Gabriel, participa en la construcción del Plan de manejo de la Playa de Mar y Franja Adyacente de Puerto Cabuyal, que es parte de un proceso transfronterizo de planificación espacial marina y gobernanza ambiental integrada, el proyecto Hacia una gestión conjunta, integrada y basada en los ecosistemas del Gran Ecosistema Marino Costero del Pacífico Centroamericano (PACA) Pacífico Sostenible.
A pesar de sus ricos recursos naturales y esfuerzos de conservación, la CPC enfrenta condiciones de pobreza multidimensional, con acceso insuficiente a servicios básicos y agua potable, e inseguridad jurídica de su territorio. Además, enfrentan diversas amenazas ambientales y sociales que ponen en riesgo la biodiversidad marina y su capacidad de desarrollo económico y social. Por otra parte, existen presiones externas como la pesca industrial, las grandes flotas extranjeras en su Zona Económica Exclusiva, los cambios en el uso de la tierra hacia la agricultura, el crecimiento urbanístico turístico de playa o invasiones de su territorio de vida, que perjudican su viabilidad pesquera y aumentan la vulnerabilidad de sus medios de vida comunitarios.
Comunidad Guapi
Gerardo Bazán Orobio es el parte del comité coordinador de la Red TICCA Colombia y es miembro asesor del Consejo Comunitario del Río Guajuí y de la Asociación de Consejos Comunitarios de Guapi (ASOCCONGUAPI), ubicado en la zona rural del municipio de Guapi, en la costa pacífica del departamento del Cauca.
Ubicado en la costa pacífica del Cauca, el municipio de Guapi es un territorio de gran riqueza cultural e histórica, marcado por la resistencia de su pueblo afrodescendiente. Sus raíces se remontan a la llegada de sus ancestros esclavizados desde África, quienes se asentaron en la región y se dedicaron principalmente a la minería. Hoy, Guapi es hogar de una comunidad organizada y comprometida con la defensa de su identidad y derechos.
Un ejemplo de este liderazgo es el Consejo Comunitario del Río Guajuí, creado en 1997 bajo la Ley 70 de 1993. Su territorio abarca 35 735 hectáreas, incluyendo más de 2813 de manglar, donde se desarrollan prácticas sostenibles de aprovechamiento y uso de los recursos naturales. Sus habitantes, dedicados a la pesca, la agricultura y la minería ancestral, enfrentan desafíos debido a la presencia de actores armados vinculados a actividades ilícitas, lo que ha afectado la autonomía y gobernabilidad del territorio en las últimas dos décadas.
El Consejo Comunitario protege su territorio marino-costero, el cual limita con la isla Gorgona. A través de un manejo sostenible, sus comunidades garantizan la conservación de su entorno y su forma de vida.
El Biocorredor Estuario del río Portoviejo
María Dolores Vera García, representante de la Fundación para la Investigación y Desarrollo Social (FIDES), organización que lidera iniciativas en el Estuario Río Portoviejo y Miembro activo de Red TICCA Ecuador.
El Biocorredor Estuario del río Portoviejo es un territorio que comprende ecosistemas marino-costeros claves para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible en la región. Su riqueza natural se extiende a lo largo del río Portoviejo, conectando cuatro comunas a través de un paisaje diverso que incluye manglares, estuarios, playas y dunas, salinas y bosque seco tropical. Esta variedad de ecosistemas no solo proporciona un hábitat para una gran cantidad de especies, sino que también sustenta el bienestar de las comunidades locales mediante actividades productivas tradicionales y el ecoturismo.
El turismo en el Biocorredor se ha convertido en una alternativa económica sostenible que permite a los visitantes conocer la riqueza natural y cultural de la zona. La producción de sal artesanal y arroz orgánico, dos actividades productivas emblemáticas de la región, forman parte de los recorridos turísticos, donde los viajeros pueden aprender sobre los métodos tradicionales de extracción de sal artesanal y el cultivo de arroz en armonía con el entorno. Estas experiencias fortalecen la economía local y promueven la conservación de los saberes ancestrales.
Uno de los principales atractivos del Biocorredor es su extraordinaria avifauna, distribuida en diferentes hábitats como playas, manglares, ríos, salineras y campos arroceros. La observación de aves es una actividad en crecimiento, ya que la zona alberga especies de gran interés para naturalistas y ecoturistas. Entre ellas se destacan el cormorán neotropical (Phalacrocorax brasilianus), el pelícano pardo (Pelecanus occidentalis), la garza nocturna coroniamarilla (Nyctanassa violácea), la fragata magnífica (Fregata magnificens), el gaviotín real (Thalasseus maximus), la cigüeñuela cuellinegra (Himantopus mexicanus) y la espátula rosada (Platalea ajaja), entre otras.
Además del turismo y la producción local, el trabajo con las comunidades ha sido fundamental para la protección del Biocorredor. Diversas iniciativas comunitarias han impulsado la gestión participativa del territorio, promoviendo la conservación del ecosistema de manglar y el bosque seco tropical. Las comunidades han desarrollado proyectos de restauración ecológica, monitoreo de fauna, educación ambiental y alternativas de producción sostenible que buscan mitigar las amenazas del cambio climático y la degradación ambiental.