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Directrices de pesca artesanal y neoliberalismo

First published on 09/25/2016, and last updated on 03/25/2018

Por: Jorge Varela Márquez, Ambiente, Desarrollo y Capacitación (ADC)

El 10 de Junio de 2014, el Comité de Pesca de la Organización para la Agricultura y Alimentación (COFI/FAO) aprobó las Directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala, en el contexto de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.

Las Directrices son medidas o políticas de gobernanza que promueven el desarrollo sostenible, mediante una pesca responsable con enfoque de derechos humanos, para erradicar el hambre y la pobreza y con el fin de beneficiar directamente, según la FAO, a unos 37 millones de pescadores de pequeña escala y a otros 63 millones de personas que trabajan en actividades de pre y post cosecha, mercadeo, etc.

El neoliberalismo impone la liberalización de la economía y el comercio, la reducción del gasto público y el despojo de la economía, recursos naturales y funciones del Estado para entregárselas al sector privado. Esto perjudica más a los pobres que poco a poco comienzan y terminan pagando por su asistencia médica, medicinas, educación… y sufren el acaparamiento de sus tierras y biodiversidad acuática.

El neoliberalismo es otro fracaso del capitalismo surgido a raíz de la Gran Depresión y de la quiebra económica en los inicios de los años 30 en el siglo pasado. Se ve fortalecido en los 80 por las políticas económicas de Ronald Reagan (1981-1989) quien convence al Mundo de que “haciendo más ricos a los ricos, estos después derramarán sus riquezas sobre los pobres”; tal falacia perjudica a billones de pobres. El nuevo fracaso del sistema financiero mundial conocido como la Gran Recesión (2007-2008) no impide que esta doctrina continúe, impulsada principalmente por dictadores ad hoc, que aplican el neoliberalismo sin importarles la función socio-ambiental del Estado.

Es así que las Directrices para la pesca de pequeña escala u otras de contenido social o ambiental parecen imposibles de aplicarse bajo un neoliberalismo que se basa en el despojo de los recursos naturales y convierte la naturaleza en una mercancía que los pobres no pueden comprar, pero los ricos sí.

El enfoque de las Directrices basado en los derechos humanos, en la equidad y en la erradicación del hambre y la pobreza en un Estado con economía social contrasta con el neoliberalismo cuyo enfoque es mercantilista, dirigido hacia la privatización de todos los bienes de un Estado.

En los países en desarrollo organizaciones de pescadores, campesinos e indígenas se debaten tratando de evitar el despojo y acaparamiento de sus tierras y recursos acuáticos.

Dichos países son víctimas de gobiernos neoliberales que aún después de comprometerse a aplicar las Directrices actualizan o acomodan sus leyes de pesca y acuacultura para entregar humedales, ríos, lagos, mares, océanos y hasta a los pescadores al mejor postor.  ¿Podrán los recursos naturales del Planeta saciar la codicia de unos pocos antes de extinguirse? ¿Podrán las Directrices voluntarias de la pesca imponer su enfoque humano y social sobre la doctrina neoliberal con su privatizante enfoque de mercado?