El Lonko Daniel Caniullán, líder la comunidad Indígena Mapuche Williche Pu Wapi de Melinka, en la región chilena de Aysén, habla sobre conocer de cerca las acciones y medidas que han tomado contra la persecución y para la protección de su territorio, a pesar del hostigamiento constante y la falta de apoyo a los territorios indígenas por parte del gobierno chileno
First published on 09/18/2024, and last updated on 09/27/2024
Por Yvets Morales Medina, coordinadora de comunicaciones para Latinoamérica, Consorcio TICCA
En febrero de 2024, levantamos una ALERTA por la persecución realizada en contra del Lonko Daniel Caniullán, líder la comunidad indígena Mapuche Williche Pu Wapi de Melinka, en las Guaitecas, región chilena de Aysén.
La región de Aysén tiene una superficie de 108.494,40 km2, lo que representa un 14,3% de Chile continental e insular. Se caracteriza por tener una gran cantidad de canales y fiordos, además de un clima frío oceánico que favorece la formación de vegetación boscosa con características singulares[i], lo que le vuelve un espacio marino-costero de especial relevancia para la conservación y el equilibrio del planeta.
En el archipiélago de la Guaitecas se encuentra la comunidad indígena Mapuche Williche Pu Wapi, habitada tradicionalmente por los Williche o Huilliche (en mapuzugun, idioma mapuche, significa “gente del sur” y Willi Mapu significa “Tierras del Sur”). Se extiende desde el Golfo del Corcovado hacia el sur, en Aysén, región austral de Chile, con decenas de islas regadas por toda la zona. Ancestralmente, las comunidades indígenas desarrollaron la vida en el espacio marino-costero y en la actualidad continúan siendo pescadores, buzos mariscadores y recolectores de mariscos.
En 2008, Chile promulgó la Ley 20.249, también conocida como Ley Lafkenche o Ley ECMPO. Esta Ley permite la asignación de una superficie del borde costero marino a una comunidad indígena o asociación de comunidades indígenas que ejerzan uno o más usos consuetudinarios en dicho espacio en forma habitual, por la generalidad de los integrantes de la comunidad o asociación de comunidades y sean reconocidas colectivamente como manifestaciones de su cultura[ii].

Daniel Caniullán como Lonko (líder) de la comunidad Williche Pu Wapi presentó una solicitud para que 8000 hectáreas marinas en torno a la isla Leukayek se aprueben como ECMPO, con el fin de que sean administradas por la comunidad y así generar dinámicas de protección y cuidado de la biodiversidad que existe en la zona, que es parte de la subsistencia de la comunidad tanto para mantener la soberanía alimentaria, como para la comercialización a menor escala.
Después de 3 años de presentar la solicitud, en 2017, la Comisión Regional de Uso del Borde Costero rechazó la misma, lo cual obligó a acudir a diferentes instancias que de forma sistemática fueron rechazando la solicitud, hasta que la Corte Suprema, como última instancia a la que recurrió el Lonko Caniullán, dio el fallo positivo a favor de la solicitud, para que se prosiga con el trámite respectivo.
Más información sobre la presentación de la solicitud: La ley que empoderó a los indígenas de Chile en contra de las salmoneras (mongabay.com)
La solicitud siguió su curso y el 29 de febrero de 2024 fue rechazada, después de 8 años de continua presión y persistencia. Pero esta decisión judicial, en el ámbito social, estuvo acompañada de persecución, desinformación y violencias en contra de los líderes ambientales por parte de miembros de la industria salmonera, según informaron diferentes medios de comunicación. Cinco meses después de esta negativa, se continúa tramitando en diferentes instancias estatales, además de denunciar los continuos intentos de revisar la Ley 20.249 con el fin de restar los derechos a los Pueblos Originarios que habitan en lo que hoy se llama Chile.
El 25 de julio de 2024 tuvimos la oportunidad de conversar con el Lonko Daniel Caniullán para conocer la situación de su comunidad y la resistencia que mantienen frente a las decisiones del gobierno, así como las presiones de la industria salmonera. A continuación, reproducimos el diálogo que sostuvimos.
Lonko Daniel, ¿cuál es la situación del espacio costero marino de la comunidad indígena Mapuche Williche Pu Wapi?
El espacio costero marino en trámite es un archipiélago que está en la Patagonia Norte en la región de Aysén. El trámite de la solicitud de Espacio Costero Marino para Pueblos Originarios fue un proceso que llevó como 8 años, [se] cumplió [con] todo lo que establece la ley y la norma. Cuando faltaban como tres meses para que esto se resuelva en una comisión que está compuesta en su mayoría por políticos designados del gobierno y empresas, y autoridades que son electas popularmente, recibimos un ataque brutal tanto del Estado como de la industria salmonera, que está posicionada en la Patagonia de Chile, desde Puerto Montt hacia el sur; en tres regiones está instalada la industria.

¿Cuáles son los efectos que está ocasionando la industria salmonera?
Los efectos que está generando al ecosistema marino en la Patagonia son gravísimos. Muchos fiordos ya están quedando sin oxígeno, [hay] bancos naturales de recursos pesqueros bentónicos [que] están extinguiéndose, se ha perdido la calidad de algunos productos; por ejemplo, algunos crustáceos están contaminados con químicos porque se alimentan debajo de las balsas jaula con todos los sedimentos y las heces que bajan de las jaulas de los salmones.
Entonces la Ley Lafkenche, [que] en idioma mapuche significa “gente del mar”, o Ley 20.249 fue aprobada por casi un 99% en el Congreso de Chile en 2008 y fue muy valorada a nivel internacional. Hoy día, la industria del salmón ha levantado una campaña del terror para modificarla, pero nos preguntamos, ¿por qué la están atacando brutalmente?
Están haciendo todo lo posible para que esta ley se cambie y se modifique porque según ellos entorpece el desarrollo de los territorios, esa es la mirada de los salmoneros. Pero las industrias del salmón llevan más de 30 años instaladas en la Patagonia y en los pueblos alrededor no se ve ningún desarrollo del que ellos hablan. Hay un abandono total por parte del Estado hacia los pueblos como Melinka y la Güiza, Gaviotas son caletas de pescadores que no tienen los elementos básicos como para desarrollarse, pero el gobierno continúa defendiendo a una industria que tenemos a 10, 15, 30 minutos de navegación a orillas de estos pueblos, generando millones y millones de dólares, utilizando la porción de agua para ponerla como una hipoteca, como un bien raíz, en un banco extranjero para conseguir grandes préstamos y así seguir produciendo salmón.




¿La industria exitosa y que genera prosperidad en la región no es tan real?
Esta industria exitosa, que se dicen y que el gobierno los valida, está generando crisis, atacando fuertemente la cultura y dañando los ecosistemas marinos donde existe biodiversidad de fauna marina, bosque marino y una riqueza que no se ve en todas partes del mundo; esta riqueza que tenemos es porque aplicamos la ley [20.249]. Cuando en mayo de 2016, esta misma industria con el gobierno de Chile [como] cómplice autorizaron arrojar 9.000 toneladas de salmones en descomposición a 75 millas oeste de Ancud, este efecto llegó a las costas de la Patagonia generando mortandad masiva de bancos naturales, de productos pesqueros; murió fauna marina.
En ese entonces, se dio un estallido social de dos meses, la gente [estaba] luchando en las calles contra las Fuerzas Especiales producto de esa mala práctica. Hasta el momento el gobierno cómplice no ha sido capaz de identificar a la industria como responsables, al contrario, para defenderla y para levantar el conflicto que duró dos meses, difundió información para bajar el perfil sobre este daño, diciendo que era la marea roja y que no eran los salmoneros que estaban envenenando el mar, con eso el gobierno sigue haciéndole el desvío a los que están dañando el ecosistema.
Desde ahí, muchas comunidades indígenas ingresamos solicitudes de espacios costeros marinos para proteger nuestros territorios en 2016 y ahora, 8 años después, en febrero de 2024, fue rechazada. Las personas que decidieron en su mayoría son actores políticos, que no se ajustaron a los derechos de uso consuetudinario, no miraron los territorios de vida, no miraron una actividad cultural, milenaria, solo miraron los intereses de la industria del salmón; porque gran parte de estos actores políticos cuando dejan de ejercer sus cargos públicos se van a trabajar a la salmonera.
Sin embargo, nos estamos preparando para judicializar, porque no vamos a permitir que capitales japoneses, noruegos, canadienses, españoles, chinos y alemanes se empoderen y sigan dañando la riqueza que tenemos en la Patagonia.


¿Cuál es la dimensión de las concesiones?
En la Patagonia son aproximadamente 1600 concesiones para producir salmón y ocupan el 40%, por lo tanto, tienen 60% más para aumentar producción y biomasa. Según ellos quieren competir con Noruega y nadie está en contra de eso. Nosotros estamos en contra de las malas prácticas, del envenenamiento que se está haciendo al borde costero y no queremos ser mano de obra barata de la industria, porque la riqueza que tenemos, si le damos sustentabilidad, vamos a vivir muchos años y también vamos a dejar un océano sostenible a las nuevas generaciones, por eso en este momento nos estamos preparando para llevar todo este asunto a un tribunal nacional, vamos a tener que partir por ahí y si es necesario lo vamos a llevar a un tribunal internacional, porque no vamos a aceptar el abuso del propio Estado chileno que se dice ser ecologista pero defiende al poder del capitalismo.
Todos los abusos racistas y persecuciones que hemos recibido son una clara señal de que estamos peleando con un gigante y lo peor es que el gobierno muchas veces se pone del lado del más fuerte y deja a los más débiles abandonados.
¿Qué están solicitando los territorios de vida costero-marinos?
Lo que nosotros estamos pidiendo es que no haya más concesiones, el efecto que genera la aplicación de esta ley es la de suspender nuevas concesiones y es el dolor de cabeza que tienen los empresarios. Pero muchas [concesiones] no están ocupadas, porque las usan para conseguir créditos millonarios en los bancos, por lo tanto, yo creo que el mar de la Patagonia no está para que empresarios capitalistas de otros países puedan conseguir beneficios. Si queremos hablar de desarrollo, tienen que primero reparar el abandono que hay en los territorios y después se ve si es viable, sustentable.
Además de las 1600 concesiones desde Puerto Montt a Magallanes, se vienen como 1000 y 2000 concesiones más, entonces el ecosistema va a colapsar, necesitamos hacer estudio de capacidad de carga de cuánto resiste el ecosistema en un territorio, mientras no tengamos estos datos no podemos seguir dañando el fondo marino.

¿Qué podemos decir de la pesca artesanal?
Nosotros como pescadores artesanales también somos una actividad económica poderosa, extraemos erizo de una de las principales pesquerías, abastecemos el mercado japonés y ese mercado está siendo fuertemente dañado, por los químicos, los antibióticos, los pesticidas que se están arrojando descontroladamente en el mar. Lamentablemente, los servicios fiscalizadores no tienen embarcación para ir a controlar el territorio, pero el efecto que vemos nosotros en los territorios es gravísimo: balsas-jaula amontonadas por las playas, cadenas, plataformas metálicas, químicos, antibióticos, pesticidas para matar el piojo del salmón, todo eso queda en el mar y las consecuencias las vivimos nosotros y nosotros somos una actividad económica poderosa. Por la mala práctica de la industria, la actividad pesquera se está viendo fuertemente afectada porque el recurso cada vez está perdiendo su calidad y los japoneses cada vez están más exigentes, por lo que el precio está bajando.
El enemigo que estamos batallando es muy poderoso, lo mismo están haciendo en Canadá y Noruega, las mismas prácticas de control de los gobiernos se aplican acá en el sur, los ataques racistas hacia nosotros son brutales, por eso nos estamos organizando para que este tema salga también a la opinión pública nacional e internacional y se conozca la gran maldad que están ejerciendo los industriales salmoneros, muchas veces amparados por el Estado de Chile.
La actividad pesquera artesanal es una actividad económica importante en el territorio.
Nosotros generamos mano de obra en los territorios, tenemos una cuota de erizos de 14 000 toneladas, pero los últimos dos años, por la mala calidad de los erizos, los japoneses ya no están comprando la misma cantidad. El año pasado compraron solo el 60% y este año se dice que van a comprar el 40% o el 30%, ya que se perdió esa calidad debido a la contaminación. No quieren mucho erizo de Chile porque ya cambió su textura y la calidad no es la misma, eso significa que una flota tremenda está paralizada.
Cuando el erizo estaba en su buena calidad, con buen rendimiento, funcionaban todas las plantas pesqueras que trabajan con productos de los pescadores artesanales. De las 40 o 50 plantas, hoy día están funcionando apenas un 15%. En las plantas pesqueras trabaja la gente humilde, de baja escolaridad; mientras que en la industria salmonera quieren puros jóvenes, ojalá universitarios, que sepan usar robots, computadores, porque la industria está evolucionando con pura robótica y con pura tecnología de punta. Antiguamente, en un centro salmonero trabajaban 50 personas, hoy día trabajan 8 a 10.
Volviendo a la Ley Lafkenche, ¿cuál es la situación actual?
Los salmoneros presionaron a los parlamentarios que defienden los intereses del salmón y presentaron un proyecto de ley en el Congreso para modificarla. Nosotros hemos conversado con el gobierno para decirles que el problema no es la ley. El problema que tienen son los servicios públicos, que no cumplen los tiempos que establece la Ley para cumplir el proceso de tramitación, que no debería durar más de dos años y nosotros estuvimos ocho años esperando para que después nos digan que no.
Los argumentos que utilizaron fueron infundados y cuando se rechaza sin fundamento, eso nos permite llevarlo a un tribunal neutral, que va a determinar quién no cumplió la Ley, o fuimos nosotros o fueron ellos. Según los estudios que se hicieron, nosotros cumplimos todo lo que establece la ley, por lo tanto, no nos vamos a quedar de brazos cruzados.
Por otro lado, los salmoneros, cada vez que se va a aprobar un espacio costero marino, sacan a todos los trabajadores de la salmonera a las calles, a marchar, con pancartas, con ataques racistas y todo tipo de calificativos que dañan la dignidad de muchos dirigentes, sin embargo, el gobierno, en vez de neutralizar este tipo de discurso racista, se mantiene en un absoluto silencio. Lamentablemente la denominada «bancada salmonera» que está en el Senado pretende modificar la Ley Lafkenche, sin reparar, que lo que se necesita ajustar es el reglamento.
¿Cómo se están organizando a nivel local?
Bueno, localmente nuestra gente está con ánimo todavía. Nosotros siempre supimos que el enemigo que teníamos al frente era muy poderoso, que controlan a los políticos, a los gobiernos. Las mismas prácticas las hicieron en Noruega, en Canadá y lo están aplicando acá, entonces siempre estuvimos conscientes. Ahora lo que se viene es esperar una resolución que tienen que entregarnos para proceder con el recurso de protección, después seguiremos en la Corte Suprema. Estoy seguro de que vamos a ganar, pero antes volverá a ser votado y lo volverán a rechazar y después ya no quedan instancias nacionales. Entonces, esperamos que un tribunal alejado de aquí tenga que resolver toda la injusticia que está pasando en la Patagonia con la causa de las comunidades indígenas, como es la causa Mapuche Williche del Sur. Tenemos un equipo jurídico ya preparado y nuestra gente también está motivada, saben que vamos por la defensa del territorio. Tenemos que resistir, ya que de lo contrario vamos derecho a la extinción.

Un Pueblo Originario sin su territorio es lamentable. Muchos tienden a donar los territorios, pero en nuestro caso tenemos mucha riqueza en biodiversidad, fauna marina, ballenas azules, delfines, pingüineras, muchas aves marinas. Hay un potencial que debemos cuidar y sacarle [el] máximo provecho con actividades económicas que sean sustentables, como el turismo y la pesca [sostenibles]. Estas son nuestras metas y vamos a darle la pelea con todos los medios que tengamos a nuestro alcance. Las comunidades de Futa Willi Mapu tenemos derecho a la libre determinación y a desarrollar nuestras propias economías.
Como Pueblos Originarios queremos un verdadero desarrollo para las comunidades que están en las islas Guaitecas, Huichas, Caleta Andrade, Puerto Gaviota, Puerto Gala. Necesitamos una mejor conectividad, alcantarillado, agua potable de buena calidad, fomentar el turismo de interés especial, invertir en el desarrollo pesquero, diversificar la pesca, así como generar mecanismos para dar valor agregado a los productos pesqueros que actualmente se venden a bajo precio, mientras el costo de la vida es más caro en las zonas costeras.
¿Cómo podemos apoyar las luchas de las personas defensoras de los territorios?
Creo que necesitamos seguir alzando la voz a nivel internacional, porque a nivel nacional los gobiernos están coludidos. Si esta comunicación llega a nivel internacional, a los certificadores de salmón para entrar a los mercados internacionales, para que los que compran el salmón certificado entiendan que el salmón que están produciendo en la Patagonia está generando un daño ecológico al espacio marino y están atacando a la cultura Mapuche. Las empresas están haciendo todo lo posible por exterminar a las comunidades para quedarse con toda la Patagonia, entonces todas estas malas prácticas es importante que se conozcan a nivel internacional.
Para finalizar…
Terminar diciendo que las comunidades indígenas o los Pueblos Originarios de la Patagonia del sur de Chile se resisten a que se siga dañando el ecosistema marino y que denunciamos públicamente al gobierno del presidente Boric que no está cumpliendo con su ofrecimiento de defender la causa de las comunidades y prácticamente está siendo gobernado por los poderes capitalistas extranjeros.
Necesitamos que todo esto se conozca a nivel internacional porque él habla muy lindo, dice que está cumpliendo con los tratados, con el acuerdo de Escazú… Firmaron acuerdos y cuando me persiguieron a mí, el gobierno no hizo nada. Entonces dicen una cosa y en la práctica no hacen nada acá dentro de la casa; por lo tanto, hay que denunciar que el presidente Boric no está cumpliendo su compromiso y dejó en el abandono a los Pueblos Originarios. Lamentablemente, cuando sean las elecciones va a haber un total rechazo a todo este tipo de gobernantes corruptos, que al final terminan siendo capturados por el poder del dinero.

[i] Región de Aysén, Biblioteca Nacional del Congreso Nacional de Chile. (s.f.).
[ii] Guía para la Aplicación de la Ley de Espacios Costeros Marinos para Pueblos Originarios, Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, Gobierno de Chile, 2014.