First published on 04/10/2016, and last updated on 06/27/2017
Mesoamérica es cuna de antiguas culturas, hogar de millones de personas y una de las regiones del mundo con mega-biodiversidad en una enorme variedad de territorios y áreas gobernados, gestionados y conservados por sus pueblos y comunidades indígenas (PI y CL). Con el objetivo de compartir conocimientos entre actores regionales clave y fortalecer sus capacidades para promover y fortalecer el reconocimiento y apoyo adecuado de los TICCA para mejorar su eficacia en la región, dentro y fuera del marco de los países piloto de la Iniciativa Global de Apoyo (GSI), se llevó a cabo del 3 al 8 de abril 2016 en San José, Petén, Guatemala, el “Evento regional de intercambio de conocimientos y aprendizaje mutuo sobre los TICCA en Mesoamérica”.
El informe completo de este evento se puede descargar aquí.
Para este evento, llegaron de Belice, Guatemala, El Salvador, México y Surinam representantes de pueblos indígenas y comunidades locales que gobiernan y gestionan sus TICCA, agencias gubernamentales pertinentes, organizaciones de la sociedad civil de apoyo y coordinadores nacionales del FMAM/PPD, quienes fueron los actores clave para el desarrollo de este evento, junto con el apoyo del equipo coordinador del Consorcio TICCA.
Para empezar, el equipo de cada país presentó la situación de los TICCA en términos de políticas, prácticas, condiciones actuales y perspectivas. Estas presentaciones demostraron la enorme diversidad de TICCA que existen en la región, gobernadas por los mismos PI y CL pero también la gran cantidad de amenazas, muchas de ellas compartidas. Se destacó que quizá las más importantes y conspicuas, como en otras partes del mundo, sean la falta de reconocimiento adecuado y los megaproyectos; aunque hay otros menos visibles como la erosión cultural. Con la idea de reforzar el entendimiento del concepto TICCA, miembros del Consorcio discutieron acerca de la evolución histórica del fenómeno TICCA con múltiples ejemplos alrededor del mundo, complementada y enriquecida con ejemplos concretos de nuestra región a través de la presentación de un trabajo de investigación de Silvel Elías. También se presentó el Consorcio y su funcionamiento, las principales políticas internacionales que apoyan el reconocimiento de los TICCA, y la iniciativa del Registro Internacional de las Áreas Conservadas, que brinda la oportunidad a los PI y CL de lograr un reconocimiento internacional a sus esfuerzos de conservación.
Finalmente, con estos insumos, los equipos se reunieron para diseñar, de forma participativa, las estrategias nacionales de cada país, iniciando con la identificación de un nombre apropiado para referirse a los TICCA en cada país, qué extensión ocupan, cuáles son las principales oportunidades y amenazas y un plan estratégico hacia el reconocimiento nacional. Un tema clave, que forma parte del reconocimiento apropiado, es que no se pretende imponer una denominación y menos externa y ajena a las comunidades. Se pretende que el término TICCA sirva para hablar en un lenguaje común en cualquier parte del mundo; así, cada país o región denomina sus TICCA como mejor le parezca. Por ejemplo, el equipo de Belice decidió llamarlos Sitios de Patrimonio Comunitario; Guatemala, Territorios gobernados por PI y CL Qanan Ulew, y El Salvador, Áreas de Conservación Comunitaria.
En el tercer día todo el grupo visitó la Cooperativa Manos Unidas del municipio de Sayaxché. Se visitaron las parcelas de uso de los socios y posteriormente se llevó a cabo una reunión con la cooperativa en donde la comunidad tuvo la oportunidad de contar su experiencia. Esta visita permitió vislumbrar la realidad de una comunidad de cara a las oportunidades y las amenazas (división interna de los miembros y plantaciones de palma de aceite). Respecto de esta visita, la conclusión más importante desde la visión del grupo fue que, independientemente de la oportunidad de opinar, es la comunidad misma la que puede definirse como TICCA.
El cuarto día inició con una ceremonia maya, dirigida por Felipe Gómez y Abraham Quim, con el fuego como elemento central, y con la intención de reconectarse con la intención de agradecer a la madre Tierra y reconectarse con el territorio. Al final de este día, cada equipo se reunió de nuevo para desarrollar un plan para promover el reconocimiento apropiado y el apoyo a los TICCA en los respectivos países y para definir quién debe hacer cada actividad identificada, con qué medio y en cuánto tiempo para cumplir con los objetivos. Como era de esperarse, los planes resultaron muy diferentes de acuerdo al contexto de cada país, pero cada uno con una gran riqueza de información para desarrollar en el respectivo país. Por ejemplo, para Belice un objetivo estratégico es lograr el reconocimiento legal de las normas locales; para Surinam, fortalecer la auto-gobernanza; para Guatemala, fortalecer a las autoridades tradicionales; para México, posicionar el concepto TICCA, y para el Salvador, hacer un inventario de TICCA potenciales.
En el último día se realizó una planificación del seguimiento como región mesoamericana. Primero, cada país nombró a una persona de contacto y se ubicaron temas clave (formas de gobernanza consuetudinaria, legislación y políticas, sistemas de Alerta TICCA en situaciones de amenaza y conflicto, opciones de aprovechamiento sustentable, discriminación al interior y fuera de las comunidades, entre otros) en la que debemos prepararnos como potencial red de aprendizaje regional, conocer experiencias para aumentar la membresía del Consorcio para que más TICCA formen parte de este movimiento, que el Consorcio ubique y trabaje en la búsqueda de estrategias de apoyo para las comunidades y personas amenazadas por defender el territorio.
Finalmente, se dio por concluido el evento dejando el compromiso de seguir en comunicación para llevar a los hechos cada acuerdo por el bien de la gran cantidad de TICCA en nuestra región.