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Ha llegado la hora de proteger los derechos de los defensores de los territorios de vida

Declaración de Solidaridad para el Día Internacional de los Defensores de los Derechos Humanos y el Día Internacional de los Derechos Humanos 2021

First published on 12/09/2021, and last updated on 09/21/2023

Con motivo del Día Internacional de los Defensores de los Derechos Humanos (9 de diciembre) y del Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre), el Consorcio TICCA se solidariza con todos los Pueblos Indígenas, las comunidades locales y sus aliados dedicados a defender sus tierras, aguas y territorios de vida.

Este año, la conmemoración llega mientras continúa la pandemia COVID-19, la cual ha expuesto   a ataques y violaciones de sus derechos a muchos defensores y a sus comunidades. En su último informe anual acerca de los asesinatos de defensores del medio ambiente y de los derechos humanos, Global Witness registró el asesinato de 227 personas como resultado de ataques letales por parte de empresas y gobiernos. Estos asesinatos están asociados, entre otras amenazas, a violencia sexual, intimidación a las familias, acecho y criminalización. Sin embargo, se desconoce la cantidad real de defensores que son acosados, heridos y asesinados por año, ya que muchos casos no son denunciados.

Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales defienden sus territorios de vida por muchas razones, incluyendo la herencia cultural, la conexión ancestral y su propia identidad. Sus profundos sentimientos de responsabilidad hacia la Madre Tierra y de compromiso con la   autodeterminación sostenible  que, a su vez, benefician a toda la humanidad, han sido tachados a menudo de ‘anti-desarrollo’ por empresas y gobiernos enfocados en obtener beneficios a corto plazo y a toda costa. Los ataques brutales contra los líderes y las comunidades en primera línea que se enfrentan y resisten a actividades que dañarían esas relaciones y los territorios de vida han conllevado a la pérdida de vidas, a desalojos forzosos y, en general, al genocidio cultural a través de la asimilación forzada.

Desde el Consorcio TICCA hacemos llegar nuestra solidaridad con todos aquellos que, a pesar de todos los obstáculos y actuando con gran resiliencia, continúan luchando por los derechos de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales y por el futuro de nuestro planeta. Recordamos solemnemente y nos solidarizamos con quienes perdieron su vida o a sus seres queridos a manos de atacantes brutales mientras defendían sus comunidades, sus territorios y el planeta. Es un coste demasiado alto que no puede ser ni ignorado, ni tolerado ni olvidado.


“Puede que haya momentos en los que nos sintamos impotentes para evitar la injusticia, pero nunca nos rendimos ni retrocedemos. Seguiremos avanzando y haremos lo que tengamos que hacer. Es la vida. Sean fuertes y sigan adelante, apoyándose unos a otros”.

— Esther Wah (líder Indígena y Miembro Honorario del Consorcio TICCA)

Aunque los Pueblos Indígenas y las comunidades locales desempeñan un papel esencial en la protección y la sostenibilidad de la diversidad biológica y de la naturaleza, se han violado sus derechos en nombre de la conservación a través de enfoques verticales y de exclusión, también conocidos como la “conservación de fortaleza ”. En Kenia, los proyectos de conservación han desembocado en varios desalojos de los Pueblos Indígenas Sengwer originarios de las montañas Cherangany en el bosque de Embobut. Los defensores de esta comunidad han sido objeto de ataques e incluso una persona fue asesinada.

Innumerables activistas y comunidades de todo el mundo han tenido que poner sus vidas en peligro para proteger sus tierras y territorios de vida. Sin embargo, hay signos de esperanza y cambio. Bajo el liderazgo de Nemonte Nenquimo, los Indígenas Waorani demandaron al gobierno ecuatoriano, lo que condujo a una sentencia histórica que protege 500.000 acres de territorio waorani y de selva amazónica de la exploración y de la extracción de petróleo. Comunidades de la India, de Nigeria y de Europa del Norte no solo se encuentran resistiendo a las graves amenazas de la minería, a la tala de árboles y a la llamada energía ‘verde’, sino que también enfrentan las injusticias sistémicas y la búsqueda falsa de un crecimiento económico continuo.

El apoyo internacional también está creciendo, aunque dentro de las limitaciones del sistema multilateral de estado-nación. En su reciente declaración a la COP26 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos hizo un llamamiento a empresas y a gobiernos para que cumplan con sus obligaciones respecto a los derechos humanos a la hora de abordar los problemas del cambio climático. En negociaciones hermanas bajo el Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica, ha crecido el número de peticiones para situar los derechos humanos en el centro del nuevo marco global de diversidad biológica, incluso en el contexto de las áreas protegidas y conservadas. En octubre de 2021, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU reconoció por vez primera que tener un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano, un esfuerzo colectivo al que varios Miembros del Consorcio TICCA y Miembros Honorarios han contribuido a lo largo de muchos años.

A pesar de los muchos desafíos y de las continuas violaciones de los derechos humanos debidas a intereses industriales y en pro de la conservación, hay una innegable marea de Pueblos Indígenas y de comunidades locales que defienden sus territorios de vida, y un tejido entrelazado con sus movimientos y luchas, que genera un poderoso tapiz de resistencia, de solidaridad y de cambio transformador.

Traducido por Pilar Caamaño.